Seattle, Washington.- El relevista mexicano Roberto Osuna sigue implacable en su racha de salvamentos, al conseguir este domingo su séptimo, tercero de forma consecutiva, en la victoria de su club, Astros de Houston, por 3-2 ante Marineros de Seattle en el beisbol de Ligas Mayores.
Ante más de 29 mil aficionados en el T-Mobile Park y en partido de la campaña 2019, el taponero mexicano cerró de nueva cuenta el partido para Astros con otra limpia y efectiva labor de un rollo completo.
Roberto Osuna (7), quien no recibió carreras ni hits, recetó dos ponches para mantener la victoria de los texanos y llevarse su séptimo "bomberazo" de 2019, tercero de forma consecutiva desde el pasado viernes 12, ante sus mismos rivales de Seattle.
El efectivo cerrador "azteca" lanzó en esta ocasión un total de 17 disparos, con 10 de ellos por la zona buena, y se enfrentó con gran control y dominio a tres rivales de los "marítimos", para garantizar así el triunfo de los texanos.
Gerrit Cole (1-2) se llevó la victoria para los "espaciales" de Houston, mientras Brandon Brennan (1-1) cargó con el descalabro para Seattle.
Por Houston, el toletero cubano Aledmys Díaz (2) se alzó como el héroe del partido, al pegar el jonrón solitario de la victoria en el séptimo inning. Por Marineros, Mitch Haniger (5) también se voló la barda.
Con este resultado, Astros llegó a una marca de 11-5 para seguir en el segundo sitio de la División Oeste en la Liga Americana, mientras Seattle se quedó con un registro de 13-5, todavía como líder de este mismo sector.
CESSA SIN DECISIÓN
Yanquis de Nueva York, que contó con el aporte del pitcher mexicano Luis Cessa, perdió por pizarra de 2-5 ante Medias Blancas de Chicago.
Ante más de 40 mil seguidores en el Yankee Stadium, el joven pitcher mexicano relevó al abridor japonés Masahiro Tanaka (1-1), quien no pudo detener a la artillería de Chicago, para cargar al final con la derrota de Yanquis.
Cessa lanzó una entrada y un tercio, en la que se fue sin daño alguno, con una base y un ponche recetado, para cumplir con el objetivo de frenar el ataque de Medias Blancas, aunque el daño ya se había hecho, durante la labor del abridor nipón.
El veracruzano, quien se fue sin decisión en este buen relevo, lanzó en este partido un total de 18 disparos a la caja de bateo, con 12 de ellos por la zona del striike, y se enfrentó con buen dominio a cinco rivales, uno retirado por la vía del chocolate.