Trabaja duro Daniel Ramírez para lograr el sueño olímpico

Tras sus dos medallas continentales, el tritón hermosillense aspira llegar a Tokio 2020

Francisco Hernández

  · domingo 20 de octubre de 2019

Foto: Omar Carrazco

Daniel Ramírez Carranza tuvo un debut soñado y lleno de gloria en Juegos Panamericanos, al colgarse par de preseas de bronce en Lima 2019, colocándose cerca del sueño olímpico.

RECIBE LAS NOTICIAS DE EL SOL DE HERMOSILLO DIRECTO EN TU WHATSAPP, SUSCRÍBETE AQUÍ

El nadador hermosillense nos habló sobre sus inicios y lo que ha tenido que pasar para lograr llegar hasta su momento.

“Yo tenía 5 años de edad, pasé por todos los deportes, era un niño muy hiperactivo con mucha energía y pues mi mamá no sabía cómo controlar esa energía, hasta que buscó por medio del deporte”.

“Pasé por futbol, beisbol, entre los que más recuerdo, gimnasia y un verano junto con mi tía, encontré un curso de verano en lo que era la alberca del Gimnasio del Estado que ya no está”.

Foto: Omar Carrazco

“Ahí empecé y en cuanto toqué el agua comencé a patalear, normalmente los niños a esa edad le tienen como cierto miedo al agua, pero yo en cuanto me metí quise cruzar la alberca y creo que eso alentó a muchos entrenadores de allí, que le recomendaron a mi mamá llevarme al CUM”, comentó, quien entró a los Delfines de Sonora.

Al repasar su camino dentro de las albercas, miró sus mayores obstáculos, “lo más difícil creo que son los obstáculos, muchas veces los sacrificios que uno tiene que hacer en este deporte”.

“Yo te puedo decir que lo más difícil fue alejarme de mis amigos en la secundaria, preparatoria, mientras ellos estaban en fiestas, divirtiéndose en el cine con amigos, yo tenía que entrenar, muchas veces no me podía desvelar porque el régimen es muy riguroso en la natación, es un deporte muy celoso”, explicó.

Además, agregó que tener que despertarse desde muy temprano para poder ir a entrenar y después ir a la escuela, también lo marcaron, “cuando uno entra más al nivel competitivo, el representar al Estado o México, muchas veces no se cumplen tus expectativas, debes tener una mentalidad muy fuerte, cuando no se cumplen tus sueños, necesitas seguir adelante y trabajar más duro”.

Daniel ha vivido un sinfín de competencias, pero recordó quizá la primera que más lo marcó, “fue una olimpiada en Obregón 2008, recuerdo que yo era novato y muchos decían que no errara mucho, pero pues yo tenía el sueño de ser de los mejores, siempre he tenido el sueño de ser de lo mejor del mundo, pero uno debe empezar desde abajo”.

“Me dijeron que hiciera lo mejor de mí y justo en esa Olimpiada soy finalista, quedo en séptimo lugar, pero llegar a las finales en tu primera olimpiada fue bastante bueno”.

“Después fue un nacional curso corto en Obregón, donde empecé a notarme en la natación, donde gané mi primera prueba 100 metros libre, todos estaban emocionados, yo me emocioné mucho, porque gané mi primera prueba y fue en casa con mi gente y ahí fue donde ya me dije que tenía potencial y empecé a escalar en los rankings”.

Fuera del deporte

Ramírez no sólo es un buen deportista, sino logró a través de este medio poder conseguir una beca en Estados Unidos, donde estudió la carrera de Administración de Empresas y Administración Deportiva.

“La oportunidad fue muy grande y creo que volviera a repetir la misma decisión mil veces, irme a Estados Unidos me cambió la vida, no sólo a nivel deporte, sino a nivel profesional y personal, fue una etapa de borrón y cuenta nueva”.

Foto: Omar Carrazco

“Me fue muy bien aquí en Sonora, pero hubo un tiempo en el que no mejoraba mis tiempos, de los 17 a los 18 años me estanqué un poco, al irme y empezar desde cero en un país con una lengua diferente, algo inesperado y que me motivó, Estados Unidos es de las potencias en la natación, me vieron cualidades, mi entrenador confió en mí y me dijo que yo podía lograr todo lo que me propusiera”.

“Tengo la satisfacción que terminé una carrera en Estados Unidos, me gradué con honores, mejoré mis tiempos, mis marcas y ahorita me ha dejado el poder decir que yo practico (y no lo veo como trabajo), pero se podría decir que yo trabajo en la natación profesionalmente y que más dicha que poder decir que uno emprende en lo que es su pasión”, mencionó.

De igual manera, mira sueños a futuro, “mi sueño más grande podría ser, abrir mi propia alberca, tener un club privado y por qué no, tener un sistema parecido al de Estados Unidos”.

“Muchos nadadores aquí en México cuando llegan a los 18 años, lamentablemente ya no los explotan como deberían, las universidades aquí te exigen primero la escuela y luego el deporte, al contrario de EUA donde es una combinación, se trabaja en conjunto con el deporte y eso es una ventaja muy grande”.

“Ese sería mi sueño, abrir una alberca y ayudar a todos los jóvenes que quieren vivir una experiencia parecida al otro lado y me llenaría de satisfacción dar de vuelta todo lo que me ayudaron a mí”, terminó.

¿Qué es la natación?

“Si me pidieran describir la natación con mis palabras, es complicado, la natación es un deporte muy completo, trabajas todos los músculos de tu cuerpo y un dato muy curioso, es el único deporte que existe que se practica horizontalmente, es un dato que me gusta mucho”.

“La natación es un deporte muy justo, todo lo que tú le pongas a la natación te lo va a dar, es un deporte individual, si tú nadas y entrenas, en las competencias se va a dar, no hay escapatorias ni atajos”, aseguró.

“Creo que la edad más óptima para un nadador es de los 27, cuando tu cuerpo está más fuerte físicamente a los 32 años”.

Mirando hacía Tokio 2020

A sus 26 años de edad, Ramírez se encuentra a un paso de estar en la máxima justo para el deporte olímpico y hoy más que nunca tiene en mente llegar.

Foto: Omar Carrazco

“Está a la vuelta de la esquina, la motivación está muy grande, creo que física y mentalmente estoy en mi mejor momento, mi confianza es muy grande, acabó de regresar de unos Panamericanos donde se hizo historia a nivel México, mis primeros Panamericanos y dos medallas no es fácil de hacer, me di cuenta que puedo formar parte de la elite mundial, si trabajo muy duro”, acotó.

“A meses de los olímpicos, la gente se muere por estar allí, representar a sus países y eso no me llena de miedo, me motiva a querer ser el mejor y si quiero ser el mejor, tengo que trabajar muy duro”.

Agradecido con su familia

“Me gustaría decir que sin mi familia no estaría aquí, cuando yo me levantaba a las 4:00 de la mañana, ellos también para traerme a entrenar, en días cuando estaba cabizbajo, ellos me motivaban, la familia siempre va a querer lo mejor para ti”.

“Les doy gracias a mi familia, mi mamá, mi papá, mi hermana, ellos son el núcleo, siempre están conmigo, me han motivado, han creído en mí, le doy gracias a todas las personas que de alguna u otra manera me siguen, ha entrenadores que me han ayudado a crecer”.

“Principalmente a Sam Freas, quien lamentablemente falleció en abril de este año, él siempre creyó en mí, me motivó, me ayudó a crecer como persona, más que un entrenador, fue como mi segundo papá y siempre voy a estar muy agradecido con él”, concluyó.