Desde México, se suele voltear a ver el tema de los asesinos en serie de una manera alejada de nuestro país, generalmente hacia nuestros vecinos del Norte, quienes padecieron una época más que compleja ante este tipo de casos.
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Esta “época dorada” como se le conoció al tiempo que abarcó entre los años 70 y 80, fue la más prolífica en Estados Unidos para estos criminales, quienes aprovecharon la poca tecnología, así como ciertos movimientos liberales entre los jóvenes de aquellos años para poder actuar y moverse sin ser detectados.
Sin embargo, en años posteriores también existieron casos de asesinos que fueron prolíficos debido a su modus operandi y, uno de ellos, fue mexicano.
¿Quién era Ángel Reséndiz?
Nacido en Izúcar de Matamoros, Puebla, el 1 de agosto de 1959, con el nombre de Ángel Leoncio Reyes Reséndiz, cuenta con dos tipos de versiones sobre su infancia y adolescencia.
En una de ellas, se especula que desde pequeño recibió toda clase de atenciones por parte de su familia y siempre obtenía lo que quería, mientras que en otra, se dice que fue un niño que recibió poca atención de sus padres.
Cabe destacar que, según informes después de su detención, recibió varios golpes en la cabeza a edades muy tempranas. Una de ellas fue al momento de nacer, cayéndosele a una de las enfermeras y otra al caer del tercer piso cuando jugaba sin supervisión cuando era niño.
Cualquiera que fuera el caso, Reséndiz huyó de casa de sus tíos, lugar donde vivía tras el divorcio de sus padres y nuevo compromiso de su madre, convirtiéndose en un vagabundo desde temprana edad (12 años).
Durante esta época, vivió otras situaciones traumáticas, pues en una ocasión fue golpeado por otros chicos con ladrillos y piedras, culminando muy malherido, nuevamente de la cabeza y, en otra más, fue abusado sexualmente, algunas versiones dicen que por su tío, otras que por un indigente.
Ya en su adolescencia, se mantuvo en la vida como indigente, mendigando en las calles de la ciudad, aunque por alguna razón, se hizo alguien extremadamente religioso, sin embargo, su manera de hablar sobre este tema era particular, pues solía tocar temas como el apocalipsis de la humanidad.
Desde antes de cumplir 15 años, comenzó a cruzar la frontera hacia Estados Unidos, más concretamente por Texas, buscando poder conseguir dinero fácil en trabajos donde se contrataban indocumentados por mano de obra barata.
Así, Reséndiz comenzó una nueva etapa en su vida, una que transcurría entre cruzar la frontera y ser deportado tiempo después a México, algo que ocurrió innumerables veces.
Algo que se cuestionó mucho en su momento tras su detención, fue este mismo hecho, pues varias de sus detenciones fueron por actos delictivos, incluso por el intento de homicidio por el cual cumplió seis años de prisión, pero fue liberado y extraditado.
Durante estos años, Reséndiz comenzó a utilizar varios alias para no ser identificado y deportado nuevamente, se llegó a especular un total de 30, siendo el más reconocido el de Ángel Maturino Reséndiz o Ángel Reyes Reséndiz, los más cercanos a su nombre real.
Además, empezó a moverse por Estados Unidos utilizando vagones de trenes de carga, lo cual le daría su posterior apodo como asesino.
Lo llaman el "asesino de las vías del tren"
El camino de Reséndiz como asesino comenzaron en 1986, cuando cobró la vida de sus dos primeras víctimas fatales, mismas que no fueron identificadas.
Según sus confesiones, estas fueron una mujer indigente con quien viajó algún tiempo en motocicleta, pero durante una práctica de tiro, al parecer fue insultado por ella y la asesinó a balazos en el condado de Bexar en Texas.
Posteriormente, mató a disparos al presunto novio de esta chica, deshaciéndose del cadáver en algún sitio entre San Antonio y Uvalde, acción que realizó para no ser delatado.
Para este momento, Ángel se decía a sí mismo que era un enviado de Dios, el cual tenía que cumplir la tarea de eliminar a los pecadores y, aunque tras su captura en estudios realizados no se encontró ningún problema en su cabeza o alguna enfermedad mental, fueron declaraciones que sostuvo hasta su muerte.
Su tercera víctima confirmada fue en 1991, cuando asesinó a Miches White, de 33 años, quien fue encontrado en una casa abandonada en Lexington, Kentucky, confesó que lo mató golpeándolo con un ladrillo. Al parecer el acto fue por ser homosexual.
Después de estos crímenes, Reséndiz salió de la vista de las autoridades norteamericanas, pues regresó a México, donde se casó y vivió una vida aparentemente normal, siendo considerado un esposo modelo, viajando constantemente a Estados Unidos para mandar dinero a su familia, quienes nunca sospecharon nada.
A pesar de que parecía que su vida se moldeaba, entre 1997 y 1999 se vio envuelta en una ola de crímenes que le dieron su apodo como asesino serial por su modus operandi, aumentando su número de asesinatos hasta 16 confirmados.
Reséndiz, se movía como indocumentado por los vagones de trenes de carga, ocultándose y transitando las vías del tren de diversos Estados del país del Norte.
En 1997 en Ocala, Florida, asesinó a Jesse Howell, de 19 años, golpeándolo hasta matarlo con la pieza de ensamblaje de una manguera, para después hacerlo propio con su prometida Wendy Von Huben de tan sólo 16 años, a quien violó y estranguló.
Ese mismo año, asesinó a otras dos personas, siendo el caso más importante el de Christopher Maier, de 21 años, en Kentucky, pues en dicho ataque, la novia del joven, Holly, sobrevivió al ataque y posteriormente fue una pieza clave en la captura del asesino, gracias a su descripción casi perfecta y de la información dada a los investigadores.
En 1998 se presume que cometió dos crímenes fatales más y en 1999 asesinaría en 7 ocasiones más. A pesar de ya ser buscado e incluso encontrarse dentro de la lista de los 10 más buscados del FBI, Reséndiz logró evadir a la Policía por su habilidad de cambiar su modus operandi, siendo más errático e incluso atacando dentro de casas.
Cómo fue su captura y juicio
El FBI contaba con varias pruebas que incriminaban a Reséndiz de por lo menos 9 de los asesinatos que podrían estar vinculados a él, pero no querían actuar de manera precipitada, querían asegurarse de que no volviera a escapar.
Para esto, lo acusaron por los robos que cometió en varias escenas de los crímenes cuando asaltó en casas, además, lograron ubicar a su hermana, a quien pidieron su cooperación para lograr su captura.
Aunque en un principio ella se negó, al final aceptó por el miedo de que él volviera asesinar a otra persona o que fuera asesinado por los agentes del FBI.
De manera sorprendente, tras una plática entre ella y su hermano por teléfono, el asesino aceptó entregarse, aunque pidió que en el lugar estuviera presente un guía espiritual y su hermana.
Así, en 1999 fue capturado en un puente que conecta la ciudad de El Paso, Texas con Ciudad Juárez y llevado a juicio y sentenciado por el asesinato de Claudia Benton.
Durante los interrogatorios, Ángel también confesó más de 15 asesinatos, la mayoría por los cuales ya se investigaba en las vías de los trenes, aunque las autoridades fueron cautelosas en todo momento, pues quería evitar declaraciones falsas que se adjudicara el asesino.
Fue ejecutado el 27 de junio de 2006 en la Unidad de Huntsville, Texas, mediante la inyección letal. Ángel Reyes Reséndiz, no es uno de los asesinos seriales más conocidos, pero es considerado uno de los más escurridizos por su forma de actuar, capaz de pasar la frontera entre México y Estados Unidos con facilidad, así como su falsa máscara de buen esposo en nuestro país.