A una hora de camino desde el Pueblo Mágico de Álamos hacia el norte y cerca de la comunidad Los Camotes, nos encontramos con un lugar que se encuentra prácticamente virgen, un espacio realmente fantástico, como sacado de alguna película de ciencia ficción, una donde elfos, ogros, duendes y seres mágicos conviven dentro de una historia sacada de un libro.
Se trata del Arroyo conocido como “El frijol”, un cauce de aguas dulces, poco profundas en general, pero con espacios más profundos como para zambullirse en ese remanente de agua fresca, a veces fría, y cristalina, un espacio rodeado de un bosque espeso, que en ciertos lugares bloquea por completo la luz del sol y no se refleja en la tierra.
Lo que más sorprende y realza toda la belleza de ese entorno es la vegetación, esos grandes árboles de enorme altura y que cuentan con unas largas y frondosas raíces que se extienden por fuera de la superficie y que pareciera que son los pies de unos seres gigantes que son los custodios de es espacio.
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Todo el sabinal
En su mayoría se trata de árboles Sabinos, que se encuentran regados a la orilla de este arroyo y que forman una gran muralla que resguarda estas aguas y que convierten el panorama en un espacio lleno de magia, de formas impresionantes y un colorido que llama mucho la atención, sin duda un paraíso del sur de Sonora.
El creador digital y embajador de la cultura en Sonora, Nestor Portillo, nos muestra toda esa zona en un recorrido que realizó por toda ese lugar y a su video lo tituló: “De los lugares más bellos de mi pueblo”, así inicia el video en su canal de Tik Tok, en donde, de paso, se encuentra con unas estructuras realizadas en el pasado que él calcula que tienen por lo menos cien años de antigüedad.
Se trata de un arco enorme que está de paso para llegar al arroyo, y se trata de una estructura muy grande de 10 metros aproximadamente de alto y que en realidad es un acueducto que llevaba agua hacia una gran hacienda que existió ahí hace muchos años y que sembraba caña de azúcar por esa zona.
Exploración del arroyo
Antes de llagar al agua tuvieron que pasar por unos corrales donde pastaban algunos toros, y así irse acercando al lugar que lo mencionan como “Charco bonito” y mientras van avanzando se van encontrando con árboles con lianas, de esas donde Tarzán se balanceaba con sus amigos los monos, además que se pueden escuchar muchas aves cercanas y sus cantos melódicos.
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En general para llegar a ese espacio es fácil, saliendo directo desde el pueblo de Álamos, Sonora, el acceso al arroyo también, cualquier carro puede entrar y es totalmente abierto al público que se quiera adentrar en estos territorios poco transitados, donde se puede encontrar esa variación de las cerezas que son conocidas como Uvalamas.
Sin duda la forma correcta de la exploración es ir por los caminos a pie, viendo, tocando, oliendo y escuchando todo lo que tiene a su alrededor y así disfrutarlo, es de la mejor forma posible, meterse y experimentar, sin temor a que salga algún animal, mojándose los pies y conviviendo con la naturaleza en su estado silvestre, una experiencia inolvidable.
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