El servicio y reparación de un auto puede ser algo que nos haga temblar por el movimiento que refleja en nuestro bolsillo; no obstante, es algo que debemos tener considerado en nuestro presupuesto anual, dos veces.
De verdad que, la atención que le demos a nuestro auto determinará “las vueltas” que nos vamos a ahorrar y la capacidad de respuesta que tenga en situaciones de altas temperaturas y lluvias, por mencionar solo un par.
La recomendación es que demos servicio al auto por cada 10 mil kilómetros, así se evitarán daños también con el paso del tiempo y evitará que hagamos una inversión más grande para repararlo.
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Asimismo, evitaremos poner en riesgo nuestra integridad o la de terceras personas al evitar accidentes. En la realización del servicio se considera el cambio de aceite, de filtros, el líquido de frenos, anticongelante, el estado de las llantas y amortiguadores.
El profesional que haga este trabajo para ti, seguramente, buscará y encontrará los (temibles) ruiditos que pueda tener tu medio de transporte y te ofrecerá soluciones para que quede en perfectas condiciones para que circules de manera cómoda y segura.
Recuerda que este servicio es preventivo e indispensable para evitar daños severos o el respectivo desgaste de tu auto. La periodicidad con que debas hacer el servicio menor o mayor a tu carro dependerá de la marca, del tiempo que tenga y de los “detalles” que pueda presentar.
Si no vas a una agencia a solicitar este trabajo de mantenimiento, procura hacer amistad con tu mecánico, de esta manera te sugerirá los procesos que necesita ‘su paciente’, las refacciones que podría ocupar, cuáles son las marcas y los precios que te convienen para que tu carro esté ‘al día’.
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¿Qué hacer para conservar más mi auto?
Otras recomendaciones para garantizar el buen funcionamiento de tu auto, que debes considerar son:
* No acelerar y detener el auto de manera brusca y constante
* Cargar gasolina antes de que el combustible llegue a la reserva
* Poner atención a las luces que te indique el tablero
* Revisar fugas y goteras.
Recuerda, además, que parte de tu responsabilidad para la mejor conservación de tu carro es verificar el nivel de aire de las llantas, de agua, el estado de los parabrisas, y hasta el estado del polarizado de tus vidrios y de la pintura de la carrocería para que, por dentro y por fuera, todo tenga mejor durabilidad.
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