Si se supone que el cambio de ropa es cotidiano, por qué no ponerse a pensar en que la ropa que usamos para dormir, también tenga que asearse regularmente, pensando en la salud e higiene de uno mismo y también de los familiares con los que se convive a diario y más si se comparte la misma cama.
La razón es muy sencilla, durante la noche, nuestro cuerpo elimina células muertas de la piel, sudor y aceites que pueden acumularse en la ropa de cama o en la pijama, que corre el riesgo de convertirse en una incubadora para las bacterias y ácaros del polvo, además de que atrapan el sudor, la suciedad, las células muertas y los microorganismos, obstruyendo los poros de tu piel, especialmente si se usan durante varios días sin lavarse.
De acuerdo a recomendaciones realizadas por el Instituto Americano de Limpieza (ACI, por sus siglas en inglés), se recomienda lavar la pijama después de tres o cuatro usos. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que esta recomendación puede variar según las costumbres de cada quién y los hábitos de sueño individuales; y eso se puede incrementar si se llega a usar durante el día o se suda mucho por la noche, ahí sí es recomendable lavarlo después de cada uso para mantener una buena higiene.
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Aquí lo ideal es tener por lo menos dos juegos de pijama a la mano, par irlos turnando y tener el tiempo suficiente para lavar el anterior y así tratar de mantenerse siempre con un cambio limpio y ahí aplica lo que prefiera cada quien usar, una pijama como tal, o los que duermen con shorts y playeras de campañas políticas o en simple ropa interior.
Principales excusas para no lavar la pijama
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Falta de tiempo: Las múltiples ocupaciones de las personas en la actualidad, muchas de ellas con varios trabajos, reduce el tiempo para ese tipo de actividades de limpieza.
Comodidad: Simplemente cada persona sabe hasta qué grado le llega a incomodar una prenda, puede haber quien tenga mayor tolerancia hacia ello.
Olvido: Es posible que alguien simplemente olvide lavar su pijama con la frecuencia recomendada.
Ahorro de agua: Algunas personas pueden evitar lavar su pijama con frecuencia para ahorrar agua y energía.
Ignorancia: La desinformación también afecta a este tipo de personas, que simplemente no saben que se tiene que lavar con frecuencia la ropa que usamos para dormir.
Ya dependerá de cada quién con los hábitos que ha venido desarrollando durante toda su vida, porque puede ser que si en casa tu mamá se encargaba de todos esos detalles, ya en la vida independiente te cueste trabajo adaptarse a esas normas de higiene personal que lo único que buscan es mantenerte alejado de infecciones y enfermedades.
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