El domingo 14 de marzo de este año la población de la franja fronteriza con Estados Unidos deberá adelantar su reloj una hora con la entrada temprana del horario de verano 2021, con las consecuencias que una hora menos de sueño traiga para quienes deben salir el lunes por la mañana, cuando el sol tarde una hora más en salir.
El resto del territorio nacional permanecerá en horario de invierno hasta el mes de abril, cuando también deberán unirse al horario de verano que se extenderá hasta el 31 de octubre, un poco más de seis meses después. En los municipios de la frontera el cambio se atrasará hasta el 7 de noviembre.
Hay pocas excepciones entre los estados en que el cambio de horario genera un par de días de confusión entre las horas de entrada de lugares de trabajo y escuelas, siendo solamente Sonora y Quintana Roo quienes quedan exentos de este proceso de adaptación porque mantienen sus relojes fijos a lo largo de todo el año. Pero ¿A qué se debe esta falta de participación en el ahorro de energía?
Relaciones bilaterales
El horario de verano se utiliza en México desde 1996, año en que Sonora también fue partícipe de este nuevo sistema para ahorrar energía eléctrica por medio de un mejor aprovechamiento de la luz diurna. Esto se mantuvo así hasta 1998, cuando no por sus diferencias con otros estados mexicanos, sino sus similitudes con un Estado del vecino país del Norte que Sonora optaría por salir de este sistema.
En 1968 el Estado de Arizona fue uno de los dos integrantes de la Unión Americana que se negaron a implementar el horario de verano, argumentando que las altas temperaturas que se registran durante todo el año, superiores a los cuarenta grados, hacían poco factible que las personas en su territorio se despertaran una hora antes para aprovechar una dosis extra de calor veraniego ¿Suena familiar?.
La cercana relación de Arizona con Sonora, con el que además de clima comparte una de las relaciones económicas más lucrativas de la región fronteriza (3 mil millones de dólares solamente en importaciones en 2017) llevó a que entre los múltiples acuerdos celebrados por ambas entidades se le permitiera al Estado mexicano mantener su horario fijo los doce meses del año, operando en coordinación con su vecino del Norte.
Ahorro ¿Con consecuencias?
Se estima que la utilización del horario de verano en México evita la emisión de hasta 408 mil toneladas de bióxido de carbono, además de por lo menos mil 311 millones de pesos según estima el Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE).
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A pesar de su innegable impacto en beneficio del medio ambiente, también existen algunas desventajas de las que podría decirse que Sonora se ha librado en estos años. De implementarse esta medida en la entidad, por ejemplo, se estima que algunos días el sol podría no meterse hasta las 21:00 horas en lugar de a las 20:00, como ocurre también en Arizona, con algunas consecuencias en los patrones de sueño de la población. Un estudio realizado por la Universidad Estatal de Michigan publicado por la Asociación Americana de Psicología estima que este cambio de horario priva a los trabajadores de un promedio de 40 minutos de sueño, registrándose además un incremento de 5.7% en accidentes en los espacios de trabajo.
¿Debería Sonora entrar al horario de verano?
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