Toda la zona que abarca San Carlos y Guaymas está rodeada de un sin fin de parajes naturales llenos de una belleza poco vista por este rincón desértico del país y una de las atracciones naturales con las que nos podemos encontrar a unos cuantos kilómetros del centro turístico es el Cañón del Alacrán.

Sin tener tanta fama como el emblema del lugar, el Cerro del Tetakawi o el muy conocido Cañón del Nacapule, se encuentra este oasis entre las montañas de la Sierra del Aguaje, que se caracteriza por una filtración de agua que propicia la formación de microclimas diferentes que hacen crecer una vegetación semitropical en medio del desierto.

El Cañón del alacrán es un sitio perfecto para la aventura dentro de San Carlos, y recibe su nombre debido a que desde la imagen satelital o desde un vistazo desde las alturas se puede distinguir una figura similar a este animal, su principal atractivo, es la gran variedad de tinajas que se cruzan durante todo el sendero y que en temporada de lluvias ofrecen la experiencia de un senderismo refrescante.

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¿Cómo llegar al Cañón del Alacrán?

Para llegar a este sitio, una de las vías favoritas de los paseantes de esa zona es hacerlo en bicicleta, ya que hay un sendero que se presta para hacer esta actividad entre el Cañón del Nacapule y el del Alacrán, que está ubicado al norte de la población de la Manga adentrándose en la masa montañosa que se aprecia desde la carretera.

Ya una vez dentro, el viaje se continúa a pie pues es cuando las formaciones rocosas se suceden una trás de otra y ahí es cuando, en la época de lluvias aparecen estos estanques, conocidos como tinajas, donde incluso, se pueden lanzar de una buena altura, siendo espacios verdaderamente atractivos, refrescantes y muy divertidos para los amantes de la naturaleza.

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Dentro de la experiencia de visitar este lugar, podrás disfrutar de una increíble variedad de flora y fauna típicos de la región, principalmente aves, pero también se puede encontrar con algunos reptiles y ratones silvestres, por lo que siempre es recomendable ir con gente experimentada que conozca a la perfección toda esa área.

Esos paisaje llenos de vegetación poco común en nuestro estado son un paraíso, que en algunos casos son de difícil acceso, pero siempre la recompensa será superior al esfuerzo realizado para llegar hasta allá, pues los 5 sentidos acabarán agradeciendo al estar ahí, sentarse, contemplar y respirar todo un aire diferente y refrescante como pocas veces se ve por aquí.

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