Cada noche, al finalizar su jornada de trabajo, Carlos Herrera recorre las calles de la ciudad para regalar uno de los platillos que se preparan en su restaurante. Hace cuatro años inició con su negocio de comida rápida La Piazza, desde entonces ayuda a los más necesitados.
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El pasado 13 de abril lanzó una campaña llamada “una rebanada de felicidad” con la finalidad de motivar e invitar a otros establecimientos para obsequiar un platillo a la gente que vive en la calles y hacer más ruido en la ciudad para que más gente se sume a la gran labor.
“Todo empezó porque siempre regalamos las pizzas que hacemos durante el día y nos quedan al terminar el trabajo, las repartimos con la gente que está en la calle. Ante esta situación hay menos movimiento, menos gente y es impresionante cómo es más visible la gente que no tiene un hogar”, comentó.
Carlos forma parte de un grupo que trabaja en campos agrícolas en comedores industriales, el espíritu y las ganas de ayudar a los demás son parte de la vida diaria del joven y aunque a veces resulte difícil visitar todos los lugares, su objetivo siempre será llegar a cada rincón de Hermosillo.
“Yo siento que cuando das te sobra y gracias a Dios siento que el tiempo, la vida y todo me ha demostrado que si das te sobra más, al final de cuentas el que gana más es uno mismo porque te hace sentir muy bien, es algo que no se puede describir y simplemente te hace feliz”, mencionó.
La primera entrega que se hizo fue de noche y se contó con el apoyo de la Policía Municipal, se repartieron alrededor de 40 pizzas que contenían 5 rebanadas grandes y se beneficiaron aproximadamente 150 personas, asimismo el próximo lunes visitarán un albergue para repetir la acción.
“En lo personal siempre he participado en labores sociales en albergues y fundaciones, me gusta mucho y me hace sentir bien, me gustaría hacerlo más seguido y aunque a veces no se pueda nunca he suspendido esa actividad, también trabajo en una fundación en donde ayudamos a migrantes y siempre he estado ahí apoyando de alguna manera”, compartió.
Su equipo está conformado por 12 personas quienes hacen posible las entregas y a su vez son empleados de La Piazza.
“Quiero transmitir a mi equipo de trabajo estas acciones para que las puedan replicar, que se pongan la camiseta y que esto sea un ejemplo para ellos, aunque no estén mucho tiempo trabajando en esa empresa me daría mucho que se llevaran algo bueno y positivo”, agregó.
Carlos mencionó que al terminar la cuarentena seguirán con el proyecto para que más empresas se sumen a generar cosas positivas y generar un cambio de actitud en los negocios.