Es uno de los lugares más impresionantes del mundo, como sacado de una película de alto presupuesto de Hollywood, pues sus dimensiones, colorido y el fenómeno que se presenta ahí con la Catarata o Cascada marina de la Isla Mauricio es inigualable, convirtiéndola en una de las más bellas del planeta.

Se encuentra ubicada en el Océano Índico al sureste de África y es vecina de la gran Isla de Madagascar; ese fenómeno se origina con el enfriamiento del agua de la superficie que al deslizarse con violencia hacia el fondo le inyecta oxígeno a las aguas profundas que es de mucha ayuda para las especies que viven allá abajo.

Algunas de las playas con las que cuenta la Isla recuerdan algunos lugares paradisíacos del Caribe, pues son de arena blanca, cuentan con una vegetación de selva tropical y con montañas de origen volcánico constituyen un paisaje muy particular lleno de belleza extraordinaria, como se describe en el sitio web Aquae Fundación.

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El efecto óptico con ese colorido entre verde, azul y blanco que asemeja una cascada sumergida en el agua es causado por la arena y el sedimento de limo que es arrastrado por la corriente de agua, entonces en una vista aérea da la impresión que es el agua la que cae como regularmente las conocemos cayendo de una montaña, por ejemplo.

Si bien en la Isla Mauricio se pueden practicar diferentes tipos de deportes, como el kayak, el buceo y el surf, o realizar actividades como paseos en velero y motos acuáticas, en esa zona de la cascada puede ser de riesgo por la misma corriente, que los puede arrastrar al fondo del océano, por lo que para apreciar de la mejor forma este espectáculo de la madre naturaleza se recomienda dar un paseo por helicóptero.

Este tipo de cascadas se encuentran por todo el mundo, en el Mar Mediterráneo, en el Ártico y en el Océano Índico es donde son más comunes.

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El calentamiento global puede detener este tipo de fenómenos

Como sucede en cualquier ecosistema y fenómeno, la mano del hombre ha venido modificando el curso que originalmente tenía bien trazado la naturaleza, por lo que este tipo de cascadas pueden dejar de existir si el calentamiento global mantiene el ascenso de las temperaturas como lo ha venido haciendo en los últimos años.

Estas cascadas se forman cuando el agua de la superficie se enfría y se hace más densa que la que está debajo de ella, por lo que inicia su descenso de forma intempestiva provocando este tipo de espectáculos naturales, lo cual está en serio peligro de detenerse porque esas aguas ya no tendrán la temperatura idónea para poder bajar.

Para que se den una idea, en los últimos 100 años, la temperatura global ha aumentado 0,76 ºC (Grado Celsius) y 11 de los 12 años más calurosos desde 1850 se concentran entre 1995 y 2006, época en la que se le dio más énfasis a este tema debido al consumo de cantidades cada vez mayores de petróleo y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola.

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