Catalepsia: muertos vivientes con un final aterrador

Los estudios sobre Catalepsia se sabe que inicio en el siglo XIX, donde términos como “muerte aparente” o “muerte cierta” comenzaron a aparecer

Francisco Hernández | El Sol de Hermosillo

  · martes 25 de agosto de 2020

Cortesía | @AllegraLunaW

Todos alguna vez hemos sentido miedo o simple extrañeza al pensar sobre nuestra propia muerte, aunque es algo que efectivamente sucederá en algún momento, tan sólo llegar a imaginarlo puede ser motivo suficiente para dejarnos una sensación de incomodidad.

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Sin embargo, hay formas en las que no podemos ni siquiera imaginarnos que podría llegar, las cuales son dolorosas, atroces o simplemente indescriptibles y para muchos, el miedo a ser enterrado vivo, despertar en un ataúd a unos metros bajo tierra, quedándote sin aire poco a poco mientras la desesperación te consume y te vuelves completamente loco.

Es por esto que la Catalepsia ha sido tan temida, aunque quizá en nuestros tiempos esto sea algo muy poco común que culmine de manera fatídica, pues los avances tecnológicos y la manera en que se procede, han mejorado con el paso de los años.

Pero esto no era así en el pasado y las historias sobre personas que tuvieron la pésima fortuna de ser enterradas vivas, era algo que ocurría con cierta más frecuencia de lo que se deseará.


¿Qué es la catalepsia?

Catalepsia o síndrome de la “muerte aparente”, es un estado donde el cuerpo permanece paralizado, llevando los signos vitales de la persona a ser prácticamente nulos, por lo que puede ser confundido con la muerte, aunque ha llegado a saber que la persona puede estar incluso consiente al grado de escuchar o sentir todo.

Aunque la catalepsia se ha llegado a asociar con el ámbito psicológico, ya que se ha llegado a relacionar con pacientes que sufren de casos de esquizofrenia o psicosis, también se le considera como un estado bilógico.

De igual manera, se ha llegado a descubrir que puede ser provocada por fuertes golpes de epilepsia el Mal de Parkinson o ya sea por el uso de drogas fuertes como la cocaína.

Su estudio como tal se sabe que inicio en el siglo XIX, donde términos como “muerte aparente” o “muerte cierta” (ambos médico-legales) comenzaron a aparecer.

Varios doctores han afirmado que a pesar de que la catalepsia puede prácticamente anular los signos vitales de un paciente, no llega a mostrar “fenómenos cadavéricos”, por lo que es otra de las maneras en las cuales se puede detectar, pues estos fenómenos o síntomas se comienzan a manifestar poco tiempo después de que el paciente fallezca.

También se presentan síntomas como cuerpo rígido, no hay respuesta ante estímulos visuales, así como táctiles, perdida de control muscular y perdida de signos vitales como respiración y pulso cardiaco.

Historias de gente enterrada viva


Niurka Guzmán Reyes

En el año 2011, la bailarina de origen dominicana, fue hallada en su habitación sin signos vitales, por lo que se le dio por muerta por las autoridades correspondientes, quienes lo adjudicaron a un infarto al miocardio tan sólo a los 23 años de edad.

Sin embargo, unos días más tarde y tras las insistencias de una de sus mejores amigas, quien decía sentir que ella estaba viva, la tumba fue exhumada.

Aunque se pudo comprobar que efectivamente la chica se encontraba muerta, también se pudo confirmar que su deceso fue dentro del cajón por asfixia.

Rufina Cambaceres

En el año 1903, se tuvo un suceso que a la postre se le conoció como uno de los primeros casos registrados de catalepsia en Argentina, cuando la joven aristócrata a penas cumplía los 19 años de edad.

Ese día fue encontrada por una sirvienta en su habitación, donde los doctores diagnosticaron que su corazón no latía y por lo cual oficializaron su repentina muerte.

Los familiares al estar desconsolados, decidieron no velar a la chica y enterrarla, para la sorpresa de todos, al día siguiente uno de los cuidadores escucho ruidos en el mausoleo de la familia, por lo que dio aviso.

Todos quedaron horrorizados al encontrar la tapa del ataúd entre abierto y a la joven de espaldas, pues a pesar de que ella pudo lograr abrirlo y salvarse, tuvo un ataque por la desesperación y se destrozó el rostro con sus uñas.


Octavia Smith Hatcher

Uno de los casos más famosos sobre historias de este tipo, se presente en el año de 1891 aproximadamente, cuando Octavia Smith cayó en coma debido a una fuerte depresión tras la muerte de su pequeño hijo.

Lo curioso del caso, se dio a que los médicos adjudicaron el deceso a una misteriosa enfermedad que rondaba la zona.

Una semana más tarde del trágico acontecimiento, muchas personas también comenzaron a caer en coma en la localidad (un pequeño pueblo en Kentucky), sin embargo, estás despertaban tiempo después.

El ahora viudo de Octavia, comenzó a temer por lo peor, por lo que ordeno que se desenterrara la tumba de su esposa quien seguía viva al momento de ser enterrada.

Fue encontrada con sus manos y uñas totalmente destrozadas y con el ataúd totalmente arañado, Smith había muerto asfixiada, dejando atrás sólo una espantosa mueca de agonía en su rostro.