El ajetreo cotidiano de la Central de Abastos "Francisco I. Madero", ubicada al poniente de la ciudad de Hermosillo, se ve reflejado a lo largo de la jornada; sin embargo, pocos saben cómo luce cuando llega la hora del cierre.
Ubicada en bulevar Solidaridad y Camelia, esta Central de Abastos es la más grande de Sonora y cumple 46 años de fundación, contando con aproximadamente 400 espacios de bodega para locatarios, que se reparten entre fruterías, verdulerías, abarrotes y restaurantes.
La mayoría de los locatarios empieza su jornada desde las 4:00 horas de la madrugada para abrir sus puertas a partir de las 5:00, por lo que los ánimos y las energías disminuyen cuando se acerca la hora del cierre, aproximadamente a las 18:00 horas.
Y es que las idas y vueltas de personas, junto al aglomeramiento vehicular que se observa durante casi todo el día, se van desvaneciendo conforme el sol se oculta en el horizonte, siendo contados los clientes que se apresuran a realizar sus compras antes de que les cierren el mercado.
Leer también: Silencio y tranquilidad: Así lucen las calles del centro de Hermosillo después del ajetreo
Marco Antonio lleva seis meses trabajando en la Central de Abasto como guardia de seguridad y mencionó para El Sol de Hermosillo que a diario se atienden más de mil personas en horas pico, especialmente los fines de semana.
"Es un estrés frecuente, porque hay que lidiar con muchos caracteres diferentes y la gente no es muy dócil. Puede haber muchos problemas tanto con los guardias como con los cobros… La gente tiene sus negocios y no todos son locatarios, hay dueños y todo, pero la batalla es con los cobros, más que nada", comentó.
¡Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las noticias directo a tu correo electrónico
En ese sentido, resaltó que es durante los fines de semana cuando se observa a más personas en la central de abastos, sin discriminar edades, pues aunque parezca ya una costumbre de generaciones pasadas, muchos jóvenes frecuentan el espacio para adquirir productos frescos y económicos, en comparación con otras cadenas de supermercados.
Sin embargo, conforme pasan las horas y cuando se aproxima la hora del cierre, los trabajadores de la central de abastos se apresuran para culminar la jornada, acomodando la mercancía y asegurándose de dejar todo listo para volver a iniciar de nuevo antes de que salga el sol nuevamente.
¿Ya nos sigues en WhatsApp? Regístrate con un solo clic en nuestro canal