En el mundo de la música norteña Chalino Sánchez es en igual parte historia y leyenda, desde su vida cargada de tragedias hasta su muerte, que continúa sin resolverse hasta el día de hoy.
Aquellos balazos que le quitaron la vida una noche de mayo de 1992 no fueron los primeros que el rey del corrido recibió en su vida, ni tampoco él se fue sin dejar al menos un par de muertos a su nombre en este mundo; así relató la anécdota Lupillo Rivera.
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Según platica Lupillo a través de su canal de YouTube, donde comparte lo que ha vivido y escuchado en sus años como artista, durante una función Chalino Sánchez le quitó la vida a varios miembros del público con su siempre cargada pistola.
¿La noche que condenó a Chalino?
Poco antes de ser él mismo asesinado en aquel sangriento 1992, Rosalino Sánchez Félix se presentaba en un evento privado en la ciudad de Coachella, California.
Para ese entonces su nombre ya figuraba en las cima de todas las carteleras, y la gente se amontonaba para escucharlo. Lo que nadie sabía esa noche, era que no todos los que acudieron a la tocada regresarían a casa para contarla.
En algún momento de la velada un miembro del público se levantó para, entre las copas, pedirle una canción a Chalino, pero él tuvo que negarse amablemente porque no era parte de su repertorio. Fue ahí cuando todo se salió de control.
“Así son todos los pinches artistas, se creen. ¡Vales pura verga, Chalino!”, cuenta Lupillo que gritó el espectador rechazado, quien no se calmaba a pesar de las peticiones del artista para que esperara al final de la presentación, “¡Va a haber pedo, yo soy gente de fulano!”.
Cuando Chalino volteó a pedir un tono al músico del acordeón, se escucharon dos disparos, que rápidamente se convirtieron en manchas rojas creciendo en el costado del sinaloense.
Con la mirada nublandose pero todavía en pie, el Rey del Corrido se giró y sacó la pistola, soltando todo el cargador sobre el atacante, y también sobre varios miembros inocentes de la muchedumbre que corría despavorida.
Ahí en ese momento quedaron tendidos en el suelo el cantante estelar de la noche, el hombre que intentó asesinarlo y los testigos desafortunados que lo que menos esperaban era que el cantante más querido de la música norteña los matara.
Según platica el hermano de la fallecida Jenny Rivera, quien escuchó esta historia del propio protagonista, nunca se reveló quienes fueron las personas que murieron esa noche. Chalino Sánchez despertó poco después tras ser atendido en el hospital de Palm Springs, donde le intervinieron quirúrgicamente para salvarle la vida.
La industria del corrido tiene reglas diferentes a otros géneros musicales, en lugar de esconderse tras este episodio violento, su carrera y su fama despegaron como nunca antes gracias a su encuentro cercano con la muerte.
El 16 de mayo de 1992, en la cúspide de su éxito, Chalino Sánchez fue encontrado muerto en un canal de aguas negras de Culiacán, Sinaloa. Había sido atado de manos y pies, ejecutado con dos disparos en la parte posterior de la cabeza.
Entre la multitud de teorías que han surgido alrededor de su trágico final, muchos no descartan que esa noche de Coachella pudiera haber sido uno de los detonantes, y quizá continúe siéndolo mientras no sepamos de quién era gente aquél “fulano”.
Pedro Rivera descubrió a Chalino Sánchez
En su video, Lupillo Rivera también cuenta cómo fue su padre quién fue el primero en confiar en las habilidades artísticas del joven Rosalino, que para 1988 solo contaba con algunos casettes producidos a cuenta propia.
Según cuenta para los internautas, Don Pedro compró por 1500 dólares un master de 13 éxitos que se convertirían en el primer compilado de Chalino Sánchez en alcanzar éxito en ventas.
A partir de entonces los nombre de la familia Rivera se entrelazó también con el del intérprete de las "Nieves de enero", que continuaría siendo amigo cercano hasta el final de su vida, a partir del cuál ellos han sido los guardianes de su música.
Claro, siempre tendremos también a la señora Chalino Sánchez: