Charlotte Salazar es originaria de Álamos, Sonora y desde hace más de 10 años se dedica a refrescar a los hermosillenses todo el año, con sus raspados los cuales vende en diferentes sabores y colores.
La emprendedora comparte para El Sol de Hermosillo que inició con un mueble que ella misma elaboró, el cual transportaba a varios cirios hasta que el espacio le era insuficiente al integrar más producto.
“Como ya eran muchos sabores opté por hacer el mueble más grande y lo adapté como una hielera, en aquel tiempo empecé con 10 sabores y ahorita son más de 30”, mencionó.
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A diferencia de la competencia, optó por vender únicamente raspados y asegura que sus jarabes los prepara con mucho amor, principal clave para que tengan un sabor único e incomparable.
“Les aplicó todo lo bueno todo el tiempo, todo es artesanal ya que yo preparo los jarabes y poco a poco fui agregando nuevos sabores, si veía una fruta nueva la integraba, pero vi el mazapán y pensé que también lo podía hacer y así con una infinidad de cosas que se puede hacer”, confesó.
El puesto de Charlotte está ubicado en la Plaza Zaragoza y comparte que es la única que hace tantas mieles para los raspados, a pesar de que en ocasiones algunas no son preferidas por las personas pero siempre hay alguien dispuesto a probar un nuevo sabor.
¿Qué sabores prefieren los hermosillenses?
Si bien, la empresaria asegura que sus ventas se mantienen durante todo el año, los hermosillenses consumen mayor número de raspados en temporada de calor.
“Piña, vainilla y chicle son los sabores preferidos de mis clientes pero el especial que tengo yo es el diablito, que lleva el raspado de chile, chamoy, limón y tamarindo”, destacó.
Uno de las opciones más exóticas y que con el simple nombre logra llamar la atención de quién se acerque al puesto, es el famoso “arremangado” el cual consiste en una combinación de mango con chile y chamoy.
Asimismo aseguró que los nombres salen por las bromas entre mis clientes y en el caso del diablito, este fue el primer sabor que vendió desde hace 22 años, mientras que el arremangado llegó después y ambos han sido de los preferidos.
“Es buena la competencia pero nadie se anima a desaparecer todo lo que venden y ponerse a vender puros raspados, eso es bueno para mí, que sigan vendiendo testigos y cuanta cosa, yo me dedico a puros raspados y aquí a la noche se me termina todo porque ya me conocen a mí y los sabores”, detalló.
Esto ha hecho que Charlotte tenga una larga lista de clientes fieles y frecuentes que por varios años asisten a la Plaza Zaragoza sólo para degustar su sabor favorito.
“Hay gente que no aceptan a uno, pero se me resbala”
La emprendedora asegura que si bien, su negocio ha demostrado ser todo un éxito y logra recibir mucho cariño de las personas, de igual forma se topa con quienes no aceptan su identidad de género.
“Hay gentes que no aceptan a uno, personas homofóbicas, pero son pocas y lo que hago es haz de cuenta que me unto mantequilla y se me resbala lo que me digan, no les doy importancia”, apuntó.
Al ser una mujer trans, Charlotte debe enfrentarse a comentarios ofensivos, por fortuna estos siempre son menores en comparación a los que recibe en forma de halago, pues son más quienes le demuestran el aprecio e incluso la visitan para entregarle un regalo o simplemente saludarla, por lo que expresa que “es más la gente que me quiere que la que no me quiere y eso es muy importante para mí”.
Referente al tema, la originaria de Álamos asegura que la sociedad sí ha logrado un avance significativo en cuanto a la visibilidad de la comunidad LGTBQ+, ya que 15 años atrás la situación era muy diferente.
“Ahora ya hay más aceptación y al menos a mí en lo personal me ha ido muy bien, la gente me trata muy bien aquí y donde ande”, resaltó .
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Por último, invitó a los hermosillenses que no han probado su receta secreta en cada uno de los jarabes que prepara para sus raspados.
“Vengan a la Plaza Zaragoza en Hermosillo, frente al Palacio de Gobierno, aquí tengo la venta de raspados desde las 10 de la mañana hasta las 10 o 11 de la noche los días sábados y domingos y tengo muchos sabores para disfrutar, son puras frutas y están bien protegidos del calor porque los tengo en hielo todo para que a la hora que sea se disfruten fríos”, finalizó.
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