Uno de los momentos más esperados por los sonorenses es la hora cuando se esconde el sol, ese instante donde el cielo se pinta de color rojizo y ofrece un espectáculo a los habitantes con sus hermosos atardeceres.
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Al llegar a la zona desértica, el cambio de clima es evidente, ya que éste suele sentirse en el aire, la piel e involucra a todos los sentidos. Cuando el sol comienza a desaparecer tras el horizonte, el cielo se tiñe de una luz rojiza, que cautiva la mirada de aquellos que disfrutan estos momentos. Pero, alguna vez te has preguntado ¿por qué motivo surgen esas tonalidades tan llamativas que cubren los cielos?
Las estrellas emiten lo que se denomina luz blanca, es decir una superposición de luces de diferentes colores, cada una con diferentes frecuencias y longitud de ondas. Cuando un rayo de luz blanca atraviesa un medio transporte, como puede ser el aire de la atmósfera que cubre la Tierra, la luz se dispersa y se refracta, mostrando algunos colores que conforman la misma luz.
Cuando la luz del sol alcanza nuestra atmósfera se produce la interacción entre los fotones de luz y las moléculas que se encuentran en ella, esto ocasiona si un fotón choca con un molécula de aire, esta lo absorbe para enviarlo al poco tiempo en todas las direcciones, como si se tratara de una pequeña bombilla, por lo que es evidente, si absorbe luz correspondiente al violeta, la irradiará con la misma tonalidad.
Como se menciona anteriormente, los colores que viajan en la luz son absorbidos por la atmósfera, pero no todos del mismo modo, pues se dice que cuanta mayor cantidad de energía transporte el fotón, será más fácil absorberlo. Esto implica que las moléculas de aire capturen el color azul con más facilidad que el color rojo, debido a esto se ve el cielo azul.
Este fenómeno es determinado como dispersión de Rayleigh, en honor al británico Lord Rayleigh, quien ganó el premio Nobel de Física, por ser el primero en explicar este fenómeno en 1871.
Entonces, cuando el sol se encuentra sobre el horizonte la cantidad de la atmósfera es mayor, por tal motivo es la dispersión que sufre el color azul. Como se dispersa en todas las direcciones, implica que a nuestro ojo llegará menos cantidad de color azul que de rojo, porque este último se ve menos afectado, efecto que se intensifica si existen diminutas partículas de polvo en la atmosfera, finalmente el resultado termina siendo un cielo color rojo.
Cuanto más bajo esté el sol con respecto al horizonte, menos azules y más rojos teñirán los cielos, pues la atmósfera tendrá que atravesar la luz blanca, es decir cuantas más partículas floten en el aire, mayor dispersión de colores rojizos de produce, por esta esta razón las escenas más espectaculares de cielos rojizos se pueden contemplar tras la erupción de un volcán, debido a la gran cantidad de ceniza y otros materiales que lanza a la atmósfera.