Poner nombre a la muerte para recuperar identidad

El Sol de Hermosillo

  · sábado 5 de mayo de 2018

Cuando ya todo parece perdido, recuperar la identidadde un muerto puede cambiar la historia familiar, social y hasta deuna nación. Saber qué le pasó, poder darle unasepultura digna, cerrar el duelo. Esta es la tarea del EquipoArgentino de

Antropología Forense (EAAF) desde hace másde tres décadas.

”Hemos trabajado en 50 países. En todoslos casos hay cinco conceptos que engloban nuestra tarea: verdad,justicia, establecer responsabilidades, reparación a lasvíctimas y sus comunidades, la memoria y en algunos lugaresdel mundo, también la reconciliación”, explica elfundador y director del EAAF, Luis Fondebrider.

Desde 1984, su tarea es mirar a la cara a la muerte.El EAAF se formó con el fin de investigar los casos depersonas desaparecidas en Argentina durante la últimadictadura militar (1976-1983). Los organismos de derechos humanosdenunciaban unos 30 mil desaparecidos, y Fondebrider se abocóa su trabajo como antropólogo forense para devolverle elnombre y la historia a las víctimas del sangrientorégimen.

”A veces nuestro trabajo, no porque nosotrosqueramos sino porque son resultados de estudios científicos,contradice la versión oficial como pasaba en Argentina quedecían que la gente desaparecida había muerto enenfrentamientos y lo que encontramos muchas veces es que fueronejecutados”, recuerda.


SOLO CONOCIDO POR DIOS

La profesionalidad y la independencia de su trabajollevó al equipo a misiones por todo el planeta. Uno de losúltimos fue reconocer a los soldados argentinos sepultadoscomo NN (No Nombre) en las islas Malvinas luego del conflictoarmado con Gran Bretaña de 1982.

”Soldado argentino sólo conocido porDios”, rezaban las placas de 121 tumbas en el cementerio deDarwin, barrido cada día por el viento y el frío delarchipiélago del Atlántico Sur administrado por Londres.Convocado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR)junto a expertos de otros países, el EAAF participó en laexhumación de los 122 cuerpos hallados para recuperar sunombre, tras un trabajoso acuerdo político entre Argentina yGran Bretaña.

En el frío invierno de 2017 fueron identificados90, entre ellos el de José Antonio Reyes Lobos, quienmurió a los 19 cuando fue enviado por la dictadura quegobernaba entonces Argentina a combatir por la soberanía delas Malvinas. “Encontrarlo es un poco cerrar ese duelo quevenimos postergando hace casi 36 años. Él se fue con unnombre y apellido y su identidad se la debían, nos ladebían”, relata su hermana, María de la CaridadReyes Lobos.

La noticia tan esperada, la identificación delser querido, genera todo tipo de reacciones. Fondebrider aseguraque es “una mezcla de dolor, de paz, de ansiedad, decertidumbre”.

”Es difícil decir la palabraalegría, porque lo que nosotros encontramos son personas queestán muertas pero lo que expresan los familiares en muchoslugares del mundo donde trabajamos, en todo tipo de casos, te da laposibilidad de empezar a cerrar un ciclo de angustia, de dolor y deincertidumbre y traer un poco de paz”, afirma.

El objetivo de su trabajo tiene una arista legal yotra más relacionada con cuestiones culturales, religiosas ypsicológicas. El antropólogo asegura que“significa recuperar un cuerpo, volver a darle identidad,que tenga una sepultura donde se lo pueda visitar, que seaenterrado con dignidad, especialmente en los casos donde la muertefue consecuencia de un proceso violento por cuestionespolíticas, religiosas, culturales, de migrantes”.

”Desde que somos seres humanos hace miles deaños, los ritos de pasaje, que son el nacimiento, la pubertad,el casamiento y la muerte, son parte de nuestras sociedades,nuestras culturas y es fundamental para todos podercumplirlos”, subraya el especialista formado comoantropólogo forense en la Universidad de Buenos Aires.


EN MÉXICO Y EL MUNDO

El Equipo Argentino de Antropología Forenseestá integrado por médicos, antropólogos,arqueólogos, biólogos, genetistas,
especialistas en informática, físicos y geógrafos.Es un organismo sin fines de lucro y se financia con aportes defundaciones norteamericanas, europeas, algunos gobiernos europeos ydesde el año 2004 también por el Estado argentino.

La aparición de los estudios genéticosaplicados a la ciencia forense, a fines de los años 80 yprincipios de los 90, fue clave en la evolución de su tarea.“No es magia infalible, pero sí es una herramienta muyimportante”, subraya Fondebrider.

“Identificar es comparar”, asegura.

Además de las muestras de ADN de sangre o salivade los familiares, también se colectan datos “antemortem”, archivos con documentos médicos, fichasodontológicas. Luego, dependerá del estado delcuerpo.

”Cuanto más fresco está el cuerpo,más elementos tenemos porque tenemos huellas dactilares,marcas en la piel, tatuajes. A medida que el cuerpo se vadescomponiendo y llega a estado de esqueleto se hace máscomplejo el proceso de identificación. No hay una fórmulaúnica, puede durar desde semanas a años”,explica.

El EAAF recibe llamados de todo el mundo y todas lasmisiones tienen sus características especiales. “Peroquizás las más fuertes para mí son las que nos hantocado en que había muchos niños que hubo que recuperar,como la masacre de El Mozote en El Salvador en 1981”,recuerda estremecido el especialista. Fue la masacre másgrande de América Latina, donde casi mil personas, entre ellasmuchos niños y mujeres, fueron asesinadas por el Ejércitogubernamental.

El equipo trabaja también en México desde2003, primero con los feminicidios de Ciudad Juárez, luego contemas de narcotráfico y migrantes. “Las cosas siguenpasando en México. No estamos trabajando sobre un pasado dehace 20 o 30 años sino sucesos que han pasado recientementeque tienen impacto”.

”No tenemos conflictos políticos pornuestro trabajo pero sin dudas hay gobiernos y gente a los que noles gusta, porque nuestro trabajo lo que hace es brindar evidenciacientífica sobre versiones oficiales que a veces no sonciertas, como el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa que luegode más de 15 meses de trabajo pudimos decir que lahipótesis oficial de que los habían quemado ahí noera cierta”, advierte.

El EAAF trabaja actualmente en unos 14 proyectosfuera de Argentina, ya sea investigando o brindando formacióna especialistas en República Centroafricana, Sudáfrica,Paraguay, Chipre, Tailandia. Gesta además un plan especial enMéxico, Centroamérica y Estados Unidos para lacreación de un mecanismo multinacional que permita cruzardatos de familias migrantes con los cuerpos sin vida queaparecen.

Fondebrider asegura que nunca imaginó que suequipo tendría tal proyección mundial.


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