Lo que inició como un proyecto para reducir el estrés y el pánico por la pandemia se convirtió en un negocio de plantas y macramé que contribuyó a la economía familiar de Ana Victoria Sánchez Islas y María José Ochoa Barrón.
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En 2020, ambas decidieron aprovechar los días de confinamiento para aprender una nueva actividad, ya que sería una manera eficiente para distraerse y calmar sus miedos ante la contingencia sanitaria que invadió al mundo.
Aunque su interés en ese momento era sólo personal, algo para relajarse, con el paso de las semanas y los meses comenzaron a plantearse la idea de que podían emprender un negocio con los nuevos oficios que habían aprendido.
De esta forma, para finales de 2020 lograron concretar su idea, dando paso a Color Hueso, un negocio de venta de plantas y productos hechos con macramé.
“No lo empezamos como un negocio, sino que nos llamó mucho la atención todo lo del macramé porque se suponía que íbamos a estar dos semanas encerrados y dijimos hay que aprender algo. Entonces, viendo cómo avanzaba todo el tema de la pandemia, decidimos hacer algo más formal, y empezamos a hacer colgantes para plantas que nosotras mismas empezamos a producir”, detalló Ana Victoria.
Además, añadió que su punto de partida fueron las redes sociales, donde hicieron las primeras publicaciones de sus productos en el Marketplace de Facebook.
“Comenzamos a poner nuestros productos en Facebook y vimos que las personas sí estaban interesadas, así que, al poco tiempo decidimos hacer nuestra página de Instagram y la de Facebook de manera oficial”, destacó.
Gracias a ello sus ventas comenzaron a incrementarse, sobre todo porque tuvieron la disponibilidad para establecer puntos de entrega donde a sus clientes les resultara sencillo acudir, y que tuvieran el menor contacto posible para evitar contagios.
Año nuevo y nuevo mercado
Si bien, 2020 fue un año complicado para todos, dijo, el 2021 resultó ser un respiro para muchos emprendimientos, pues ya la gente estaba más relajada en cuanto al tema de la pandemia, además de que la llegada de las vacunas fue un gran avance. En ese sentido, Ana Victoria expresó que fue un año en el que pudieron tener un crecimiento mayor, como negocio.
“Fue un cambio porque ya las personas no tenían tanto miedo de salir, entonces empezaron a reactivarse los bazares y todo el 2021 estuvimos en bazares; gracias a Dios nos fue muy bien, al principio estuvimos muy enfocadas en dar a conocer la marca, no nos importaba que no vendiéramos muchísimo, pero la verdad es que nos fue muy bien”, expresó.
Los bazares y las redes sociales han sido sus principales puntos de venta, donde le dan prioridad a la interacción con sus clientes, para saber bien lo que buscan o necesitan, como en el caso de las plantas, donde antes de vender una tratan de saber lo que el cliente está buscando y le dan consejos y sugerencias sobre el cuidado de esta.
“Cuando les vendemos alguna planta no lo hacemos por el simple hecho de vender, siempre les preguntamos qué tipo de planta buscan y para qué espacio, y con ello les damos un poquito de asesoría en el tema”, añadió.
También mencionó que en los bazares han llegado a vender más de 20 piezas, entre macramés y plantas, en un solo día.
Un 2022 lleno de planes
Para este año que inicia, las jóvenes hermosillenses tienen varios planes e ideas que les gustaría poder llevar a cabo, como el agregar nuevos productos a su oferta, así como aprender a trabajar con otros materiales.
“Tenemos muchas nuevas ideas en proceso, nuevos productos que queremos meter al negocio, nuevas texturas; aparte del macramé también queremos trabajar otros materiales e integrarlos a Color Hueso. En ese sentido queremos este año tener productos diferentes”, comentó.
Ana Victoria declaró que en 2021 estuvieron durante un tiempo en una concept store, por lo que esperan este año poder nuevamente integrarse en alguna, aunque sin descuidar las redes sociales y los bazares, que siguen siendo su lugar de venta mayoritario.
Otra de las cosas que tienen en mente es poder hacer algunos talleres pequeños sobre macramé y el cuidado de las plantas, pues esto último le resultó una actividad muy satisfactoria y gratificante.
“El haber entrado al mundo de las plantas fue una cosa que salvó mi 2020, en todo sentido de la palabra, desde el punto de vista económico porque en ese año me quedé sin trabajo, pero sobre todo en el tema de lo relajante que es. Y también, algo que nosotras buscamos es que las personas se animen a tener plantas en su hogar”, compartió.
Por último, para las personas que están pensando en emprender, dijo, su mejor consejo es que no tengan miedo de hacerlo, y que si tienen una idea no desistan de llevarla a cabo.
“Siempre va a existir el miedo, pero la vida es muy corta para no intentarlo; no pasa nada si lo intentas y fallas y lo vuelves a intentar. Y si tú quieres vender algo, pero no te animas porque alguien más ya lo está vendiendo, tampoco pasa nada, para todos sale el sol. No le tengan miedo a emprender, si fallan no pasa nada, agarran la experiencia y se vuelven a aventar; para todos sale el sol, siempre habrá alguien que se interese por nuestros productos”, concluyó.