Malas noticias para los amantes de la comida del mar en Sonora, ya sea para un ceviche o unos taquitos, es muy probable que alguna vez te hayan hecho pagar por una especie cara, como pargo o róbalo, solo para darte otra más barata y ganar más con la diferencia de precios.
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Así lo encontró la organización Oceana en su estudio “Gato X Liebre: Engaño en el Noroeste”, donde señalan que en el 50% de los casos que analizaron, restaurantes y pescaderías caen en esta práctica.
¿Cómo puedes defenderte de esta estafa? No necesitas ser un gran cocinero, solo seguir los consejos que en El Sol de Hermosillo tenemos para ti.
¿Cómo identificar los diferentes tipos de pescado?
Al momento de comprar pescado, lo mejor que puedes hacer es armarte de conocimiento e investigar cómo debe verse el producto que buscas en comparación a uno más barato. Estas son algunas de las más populares entre los sonorenses:
Pargo
Uno de los mejores pescados para freír, a la hora de comprarlo en la pescadería debería tener estas características:
Al comprarlo entero, el pargo debe tener una piel con escamas rojas o rosadas, y una carne de color rosa clara. Otros peces más baratos pueden tener la carne de color más clara.
Grasa: El filete de pargo es magro y muy nutritivo, la cantidad de grasa puede delatar a otros pescados que se quieren hacer pasar por él.
El aroma del pargo es fresco y con un ligero toque del mar, otras especies pueden tener el aroma a pescado muy fuerte en comparación, incluso al momento de comprarlas.
Mero
Estos gigantones pueden hacer un filete de pescado que rivaliza en tamaño con cualquier ribai del asadero.
A comparación de otros peces, especialmente la tilapia, el mero tiene una carne más firme y los filetes suelen ser considerablemente más gruesos. Este es un pescado que puedes llevar a la parrilla.
El sabor del mero es más intenso, los filetes son rosados y puede verse la grasa que le da un empujón extra al sabor al momento de prepararlo.
Lobina
Este alargado pez es una especialidad de los mares mexicanos, se utiliza para hacer los tradicionales callos de lobina que hacen las delicias de cualquier domingo por la mañana.
Si lo vas a comprar entero, busca su característico color verde oscuro, sus escamas son compactas.
Al momento de comerlo notarás que el robalo tiene un dulzor característico, y que su textura por lo general es firme. El sabor de otras especies baratas como el basa o la tilapia es más suave, y su textura no se presta para hacer los callos o ceviches que hacen famosa a la lubina.
Las más accesibles
No hay nada de malo en comprar los pescados más económicos, pero solo si se hace sabiendo lo que te están dando y no bajo un engaño.
La tilapia fácilmente se distingue por lo blandito de su textura, su sabor es ligero y por lo regular el color de su carne es más claro que el de otros pescados, pudiendo ser casi blanco.
Los filetes de tilapia suelen ser muy delgados y venderse ya congelados. Una de sus ventajas es que no tiene mucha grasa y sigue siendo muy nutritivo.
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El basa, es otra opción que se ha vuelto popular por su bajo costo. Es traído desde Asia donde se produce en granjas. El color de este filete también es claro, pero su textura puede ser aún más blanda que la tilapia, se deshace en con el tenedor.
Una de las mejores formas para defenderte de las estafas es acudiendo a pescaderías y restaurantes en los que confíes, las buenas reseñas siempre son una buena señal. De ser posible, pide que te muestren el pescado antes de filetearlo o cocinarlo.
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