Por el miedo e incertidumbre que generan los hospitales actualmente debido a la pandemia actual del Covid-19, la familia de Petra Rivera decidió actuar con urgencia por su propia cuenta, tras presentar todos los síntomas del virus.
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Desde el 2 de junio del presente año la señora de 68 años comenzó a enfermarse, inició con tos, malestar general, fiebre, dolor de cabeza y bastante dificultad para respirar, contó su nieta, por lo que durante varios días, con mucha desesperación y angustia buscaron un tanque de oxígeno.
“Desde el dos de junio nos había mencionado mi abuelita que traía un inicio de gripe y malestar, nosotros decíamos que tomara las recomendaciones que le dan los doctores, como paracetamol, en un principio ella pensó que se iba a mejorar y que sería momentáneo, pero no, duró dos semanas y el pasado martes no podía dormir porque traía mucha tosas y dificultada para respirar”, contó.
Carolina Mendoza Olvera, de 24 años recordó que cuando su abuela expresó que no podía respirar, su familia de inmediato pensaron que se pudiera tratar del virus, Covid-19, sin embargo no quisieron llevarla al Isssteson, donde es derechohabiente, puesto que el hospital se encuentra en una situación grave.
“Empezamos a nebulizarla y pensamos que con eso iba a mejorar, el medicamento que le pusimos esta vez no funcionó, pues solo le estaba empeorando. Mi mamá la llevó a un hospital privado con un doctor que conocía, le dio un medicamente más fuerte para nebulización y le hizo mucho hincapié que si para el día sábado no mejora tendría que irse al hospital obligatoriamente”, relató.
Se cruzó el fin de semana y Carolina llena de angustia y desesperación comenzó a buscar empresas o personas que venden tanques de oxígeno, ya que la señora Petra continuaba con problemas para respirar.
“No quisimos arriesgarnos con mi abuela en llevarla al Chávez porque la situación en el hospital está critica e hicimos todo lo posible por ayudarla para que su recuperación fuera en casa, sí vi los Centros Centinelas, nos recomendó el doctor que le hiciéramos la prueba de Covid, buscamos laboratorios pero nos dijeron que ya estaban saturados, que no tienen reactivos”, precisó.
“El doctor nos recomendó buscarle un tanque de oxígeno, lo buscamos pero como nos agarró el fin de semana pues se dificultó muchísimo, estuve publicando en redes sociales y llamé a algunos lugares pero me decían que estaban agotados, pero finalmente se consiguió uno y fue el modo que pudimos conseguirle un estacionario y con eso se mantuvo un ratito el día sábado porque seguía para las nebulizaciones pero no seguía con mucha mejora, no dormía, si acaso 20 minutos cada 9 horas porque no podía respirar; le conseguimos otro tanque de oxigeno”, dijo.
Afortunadamente desde este martes, 16 de junio ya no ha necesitado el tanque de oxígeno, pues ha mejorado bastante, finalmente puede dormir y comer, incluso tampoco ha dependido del nebulizador.
Carolina expresó que siente bastante coraje al pensar que quizás su abuela puede padecer de Covid-19, aunque ya se encuentre mejor, puesto que hay personas que todavía no creen en esta enfermedad, por lo que les hace un llamado a no salir de casa.