Desde hace de 12 años, el padre Gilberto Lezama junto con un grupo de voluntarios, fundó el Comedor para Migrantes ubicado en la colonia San Luis, con el propósito de brindar alimento a las personas que van en busca del sueño americano y por alguna razón se quedaron varados en Hermosillo y continúan en espera de su próximo viaje.
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El padre Gilberto forma parte de la Arquidiócesis en la colonia San Luis, Ejido La Victoria, colonia Café Combate y El Tazajal. En el 2009 compartió el proyecto con todas las comunidades con el fin de sumar esfuerzos y así poder ofrecer una comida digna, es decir un platillo conformado por sopa, guisados, frijol, arroz, pan o tortilla, aguas frescas y hasta postre para los hermanos migrantes.
Con el paso del tiempo el Comedor para Migrantes fue creciendo en el servicio que brinda, es por ello que no sólo ofrecen un plato de comida, sino también ropa y hasta cuentan con un dispensario. Debido al Covid-19 el comedor cerró sus puertas al público, sin embargo, no suspendieron la entrega de alimentos a los migrantes.
“Por cuestiones de la pandemia no damos comida en el comedor, pero decidimos salir a las vías a entregarla, un joven nos ayuda a prepararla, él mismo me sugirió que comprara un triciclo y como cada año hacemos una actividad grande para recaudar fondos, uno de los planes fue conseguir un triciclo para entregar la comida”, explicó el padre Gilberto.
Hace aproximadamente dos meses echaron andar el proyecto Pedal Móvil Migrante para llevar alimento a las personas que se encuentran en las vías del tren, éste es conducido por el padre Gilberto o por Santos Antonio, un hombre salvadoreño que se unió al equipo después de haber decidido quedarse en Hermosillo a residir.
“El muchacho se va en el triciclo a repartir, antes se iba en uno más pequeño y ahora son más prácticas sus entregas, desde que iniciamos hasta la fecha no hemos dejado de brindar ningún día alimento a pesar de la pandemia, pero gracias a la comunidad y a Dios nos han ayudado a que la gente reciba su plato de comida”, señaló.
De lunes a sábado en punto de las 12:00 horas, pero actualmente por la pandemia llega a las 10:00 horas el triciclo cargado de alimento para ser entregado a los migrantes, también algunas veces asisten enfermeros o doctores quienes canalizan a aquellos que se encuentren enfermos para trasladarlos a un lugar para que reciban ayuda.
“Es satisfactorio que a pesar de la situación y las adversidades seguimos con nuestro trabajo con la ayuda de Dios y la comunidad, también del grupo de voluntarios que siguen en este proyecto, las personas han hecho más llevadero nuestro trabajo, sobre todo la situación que estamos viviendo los voluntarios siguen apoyando desde sus casas”, dijo.
El padre Gilberto compartió que la mayoría de personas atendidas en el comedor son 2020, durante la semana llegan alrededor de 115, pero debido a la pandemia ha reducido hasta un 50% por lo que solamente se atiende entre 50 y 60 migrantes.
Las personas interesadas en apoyar la actividad del comedor para migrantes pueden comunicarse al número 6621051476 con Martha Silvia Molina, integrante y fundadora del comedor o bien a través de la página de Facebook Grupo Humanitario Mateo 25,35.
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“No hemos dejado de trabajar a pesar de la contingencia del Covid-19, esto es posible gracias al apoyo de la comunidad, estas personas necesitan alimento son seres humanos que han experimentado situaciones difíciles y han tenido que dejar sus orígenes para buscar otras oportunidades, pero gracias al corazón generoso de la gente hemos podido ayudar a los hermanos migrantes en su estancia en Hermosillo”, concluyó.