Ante las complicaciones laborales que se presentaban a principios del año 2020, debido a la llegada de la pandemia por Covid-19, Dionisio logró conseguir trabajo en una clínica privada de la ciudad, justo en el área de cocina donde se especializa, con el propósito de generar ingresos y solventar los gastos de su hogar.
El gastrónomo manifestó que siempre tuvo miedo de contagiarse, pues las probabilidades eran muy grandes, ya que no sólo los médicos y enfermeros corren el riesgo de contraer la enfermedad, sino también el personal que forma parte de la empresa como el administrativo, de intendencia, camilleros, guardias de seguridad, cocineros, entre otros.
“Mi trabajo es lo mejor que hago aun cuando ya no cocino tanto, tener un equipo al cual dirigir y ser nosotros las manos que alimentan a las personas que se encuentran dentro de las instalaciones, ya sea porque están recibiendo atención médica, como el personal que labora en la clínica que es uno de los principales comensales del lugar”, mencionó.
Ha trabajado la mitad de los meses desde que comenzó la pandemia, lo que le ha resultado más difícil son los cuidados constantes que deben de tener y la nueva forma de trabajo dentro de los hospitales, pues se había dedicado a trabajar solamente en el rubro restaurantero.
“Los meses anteriores fueron muy difíciles por los protocolos que se debían seguir, duré algunos meses sin trabajo de cocina pero pues me las arreglé para salir adelante. Es un estrés constante no saber qué tanto pueda durar tu trabajo, así como también ser contagiado y ser asintomático y transmitir el virus, es algo muy complicado”, explicó Dionisio.
A finales de noviembre de 2020, Dionisio contrajo el virus que causó tenerlo en cama durante algunas semanas; asimismo, tuvo que dejar de ver a sus seres queridos, sobre todo a sus hijos.
Sin embargo, consideró que gracias a la buena alimentación y el ejercicio fue más fácil sobrellevar la enfermedad.
“Es algo totalmente diferente el trabajo que realizo, mi día sigue siendo bastante ocupado y no dejo de cuidarme físicamente y, claro, cada día es una incertidumbre de lo que sucederá, escuchar que hay tantas personas pasando por estos momentos difíciles y ser espectadores en un hospital es muy difícil”, compartió.
A pesar de la situación en la que se encuentra, siempre busca ese momento del día para hacer lo que más disfruta: cocinar. Más cuando prepara sus platillos favoritos como mariscos, pizzas, cortes, hamburguesas y las salsas que acompañan cada alimento.
También asegura que lo que lo que más le gusta del trabajo es compartir parte de su alegría y la sazón con sus compañeros de área, personal y pacientes.
Dionisio considera que las historias de vida del personal de salud deben servir para tomar conciencia de lo difícil que es vivir con la incertidumbre de ser contagiado, infectar a sus familiares y evitar salir de sus hogares para ir a reuniones o fiestas donde pueden salir más personas afectadas.
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“Espero que sean empáticos con las demás personas. Si no tienen necesidad de salir que se queden en casa, hay gente muriendo por esta enfermedad, tenemos que pensar en nuestros seres queridos, en nosotros mismos. Cuídense para salir adelante de ésta, hay que hacer ejercicio, llevar una buena alimentación, necesitamos cuidarnos mutuamente para que esto algún día sólo quede en un mal recuerdo y podamos seguir con nuestras familias completas”, concluyó.