Desde temprana edad, la joven hermosillense se ha dedicado al negocio de las uñas; en 2021 se presentó una oportunidad que decidió aprovechar para hacer crecer su negocio
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Con tan sólo 14 años (y con permiso de sus padres), Alondra Dayana comenzó el oficio de poner uñas, pues a esa edad ya le llamaba la atención y era algo en lo que quería desempeñarse, primero como un hobby, pero después se convirtió en su mejor negocio.
“Apenas voy a cumplir 20 años ahora en diciembre, pero empecé a poner uñas cuando tenía 14 y a la gente le llamaba mucho la atención verme tan chiquita poniendo uñas, y era algo que me encantaba; siempre lo hice con el permiso de mis papás, trabajaba sólo 3 días de la semana; fue así como empecé a hacerme de una clientela fiel”.
En exclusiva para El Sol de Hermosillo, relató que en los últimos 6 años tuvo oportunidad de trabajar en dos salones de belleza, mismos a los cuales sus clientas de siempre llegaban a pedirle servicio, algo que le sigue resultando muy satisfactorio, pues es muestra de que su trabajo les ha gustado.
“Hay muchas clientas que conservo desde que inicié porque siempre les ha gustado la manera en que trabajo; yo siempre estoy aprendiendo y capacitándome, y además de ello les llamaba mucho la atención que fuera tan pequeña”, destacó.
Sin embargo, con la llegada de la pandemia las cosas cambiaron un poco, y Alondra pasó de tener un negocio que amaba a quedar desempleada por meses, pero siempre manteniéndose positiva ante la situación.
Empezar de nuevo
Actualmente es estudiante de contabilidad y comentó que estuvo un tiempo trabajando en una constructora, en un área relacionada a su carrera, aun así, no podía dejar de pensar en volver a tener su negocio ya que es algo que verdaderamente le gusta.
En 2020 con las restricciones que se impusieron por la contingencia sanitaria, la joven hermosillense permaneció en casa, al menos durante los primeros meses, hasta que decidió retomar su emprendimiento y comenzó a ofrecer el servicio de uñas a domicilio.
“Las clientas que atendía por semana durante la pandemia eran muy pocas, casi siempre entre 3 y 4, principalmente porque apenas estábamos entendiendo la situación y yo trataba de no arriesgarme mucho yendo a las casas. Prácticamente a quienes atendía era a mis clientas de siempre, de toda la vida…”, contó.
La temporada más alta, dijo, fue en diciembre de 2020, una vez que ya se habían entendido los protocolos sanitarios y la situación pintaba mejor. Fue en ese mes cuando realizó más servicios, pero el negocio seguía lento.
Una oportunidad para aprovechar
En junio de este año (2021) Alondra tuvo una propuesta que le pareció interesante, pues una de sus clientas se ofreció a rentarle un pequeño espacio en su salón de belleza, algo que la joven no se pensó dos veces y aceptó, formalizando así un poco más su negocio.
“Con esta oportunidad de tener un espacio pude agregar otros servicios como la extensión de pestañas, así que me metí a unos cursos para capacitarme y con ello pude empezar con ese servicio y posteriormente adapté otro pedacito del espacio para realizar pedicure y esos son los 3 servicios que hoy ofrezco”, mencionó.
Además, señaló que una de las grandes ventajas que encuentra al estar en un salón de belleza es que está más a disposición de las clientas, ya que muchos de los procesos que se realizan en el cabello suelen ser tardados, por lo que ella aprovecha para ofrecerles algún servicio mientras esperan.
“Yo les ofrezco mis servicios y con ello reducen mucho el tiempo porque en un solo día pueden hacerse todo el cambio de look”.
Apuntó que el crecimiento que ha tenido en estos últimos cuatro meses ha sido muy marcado, pues pasó de atender 4 clientas diarias a domicilio a atender hasta nueve en un solo día, todo ello siempre cuidando los protocolos sanitarios.
Con la aplicación de las vacunas anticovid, compartió, se ha notado que ya hay mayor confianza en las personas, hecho que ayuda a incrementar el número de servicios que suele dar por semana, por lo que espera que la situación siga mejorando conforme avanza el año.
Añadió que septiembre ha sido uno de los mejores meses de este 2021 en cuanto a clientela se refiere.
Seguir creciendo
Alondra mantiene la esperanza de, en un futuro tener su propio local, un lugar en el que pueda atender a todas sus clientas y seguir diversificando sus servicios.
“Mi mayor sueño es tener mi propio negocio, mi propio salón, con ello me voy a sentir muy feliz y realizada. Por supuesto que me gustaría diversificar mis servicios; me gustaría ofrecer un servicio completo, las mujeres nos hacemos mil cosas, y si puedo hacer que encuentren todo en un solo lugar sería fantástico. Sé que tengo que seguir trabajando mucho y ahorita yo veo esta oportunidad de estar en un espacio para seguir haciéndome de clientas que valoren mi trabajo, expresó.
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Por último, recordó a aquellas personas que están pensando en emprender algún negocio, que confíen más en sí mismos y que se arriesguen, pues lo único que pueden obtener al hacerlo es éxito, o bien, aprendizaje para seguir intentándolo.