Como cada mañana, Claudia comenzó su jornada desde muy temprano, pero hoy no es un día cualquiera, el puesto de tamales en el que trabaja desde hace casi una década es el sitio predilecto de muchos hermosillenses, y más aún este 2 de febrero por la celebración del Día de la Candelaria.
Desde hace alrededor de 24 años, dijo, La casita del sabor de la Juárez prepara tamales de carne, de elote salado y dulce, y también de acelgas, además de otros alimentos que suelen ser muy consumidos por quienes trabajan en los alrededores o que acuden a alguna consulta médica, ya que la carreta se ubica frente al Hospital General Zona 2, del IMSS Hermosillo.
En entrevista para El Sol de Hermosillo, señaló que, aunque diariamente suelen vender una gran cantidad de tamales, el Día de la Candelaria se incrementa considerablemente la demanda de este platillo, llegando a vender hasta 500 tamales o más durante el día.
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“No tenemos un número exacto, pero en estas fechas es bastante lo que se vende; nos va muy bien, gracias a Dios. Yo creo serán unos 400, 500 tamales que se venderán este día. De acelga, elote, carne, y a veces hasta elote dulce, de todo vendemos”, mencionó.
Desde muy temprano se observaron largas filas de personas que esperaban degustar de un tamal con un café caliente para mitigar el frío, y para no perderse la tradición de este día. En el lugar también se observó como algunos vehículos se detenían momentáneamente o se estacionaban cerca para ir corriendo a la carreta y hacer un pedido.
“Tenemos alrededor de 24 años aquí; yo llevo 10 años trabajando. Hay tamales, burritos, quesadillas, café, refrescos, de todo tenemos”, detalló.
Los dueños del lugar, la señora Julia Amador y el señor Jorge Zárate son quienes se encargan de la elaboración de los tamales, y resguardan bien la receta secreta, esa que les da el sabor perfecto que a todos les gusta, explicó Claudia. “Ellos son los de la mano buena… Y sí tienen personas que les ayudan a hacer los tamales también”, apuntó.
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Por otro lado, la cercanía con el hospital también le ha dejado experiencias e historias a lo largo de los años, dijo, pues muchas personas que llegan a comprar tamales o burritos o cualquier otro platillo suelen comenzar a platicar con ella y sus compañeras, esto como una manera de desahogo o terapia de distracción, algo que le ha dejado muchas enseñanzas y que la hace sentir bien con el trabajo que realiza día con día.
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