La música en cualquiera de sus formas, corrientes, estilo o géneros, es una manifestación artística que llega de manera muy rápida a las personas, a sus neuronas y a veces directo hasta el corazón, es una de las profesiones más satisfactorias, por las manifestaciones que generan quienes la pueden escuchar.
Ha estado presente desde que el hombre existe, primero de manera rudimentaria, con la percusión de piedras, huesos, troncos y con el paso de los siglos fue evolucionando y diversificando por todas las culturas del mundo, no existe una que no tenga una manifestación musical, por muy básica que sea, dentro de sus costumbres o ritos particulares.
Ya en la Europa del Siglo XV, el Papa Gregorio XIII declaró a Santa Cecilia como patrona de los músicos, eso fue en el año 1594, una santa, que aparte es patrona de los poetas y de los ciegos, que vivió en el Siglo II de nuestra era en Roma, era parte de una familia de nobles de una formación cristiana muy sólida.
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Elección de Santa Cecilia
Santa Cecilia en vida solía hacer penitencias y consagró su virginidad a Dios, pero aún así su padre la obligó a casarse con un joven llamado Valeriano y cuando los recién casados se encontraban en su habitación, ella le hizo saber de un Ángel del Señor que velaba por ella y le dijo que si la tocaba como su esposa, éste se enfurecería y tendía que sufrir las consecuencias; en cambio si la respetaba, el ángel lo amaría como a ella.
El esposo le pidió que le mostrara al ángel y que haría lo que ella le pidiera, por lo que, Cecilia le dijo que si él creía en Dios y recibía el bautismo, entonces vería al ángel. Valeriano fue a buscar a un obispo para que lo instruyeran en la fe y lo bautizaran. La tradición señala que cuando el esposo regresó a ver a su amada, vio a un ángel de pie junto a ella y el ser celestial puso una guirnalda de rosas y lirios sobre la cabeza de ambos.
El día que contrajeron matrimonio, cuando los músicos que amenizaban la ceremonia estaban tocando se dice que ella cantaba a Dios en su corazón pidiendo conservar su pureza y es por eso que el Papa Gregorio XIII la nombró patrona de los músicos porque había demostrado una atracción irresistible hacia los acordes melodiosos de aquellos instrumentos. Su espíritu sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la música.
Debido a que era cristiana y ayudó a convertir a mucha gente al cristianismo, en una época en que en Roma eso era castigado con la muerte, fue condenada en principio a morir ahogada en el baño de su propia casa y como sobrevivió, fue hervida viva, pero tampoco funcionó y al final, fue decapitada y por eso se convirtió en mártir de manera natural.
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Con una celebración católica de 430 años de antigüedad se ha establecido ya como tradición en todo nuestro país y es así como músicos de todos los niveles y de todos los géneros, aunque no sean católicos, toman como un día de festividad este 22 de noviembre, el Día de Santa Cecilia, como el Día del Músico y aunque se considera de manera internacional, hay países que lo celebran en diferente fecha.
En México se le hacen velaciones y los diferentes grupos de música popular, principalmente, le tocan en agradecimiento a todos sus favores concedidos y en el plano laico en algunos lugares se celebra por el mero gozo que tienen los músicos al tocar, se organizan y hacen fiestas donde tocan todos contra todos (jam session) en una verbena popular de mucha algarabía, simple y llanamente por ese placer que le genera al músico subirse a un escenario y dejar salir todos esos sonidos, desde el mismo corazón.
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