La violencia en contra de niños y niñas se vive diariamente, siendo los pequeños de 1 a 5 años quienes más sufren o suelen ser víctimas de abusos físicos o mentales, descuidos y malos tratos, así como explotación y abuso sexual.
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En Sonora, dicha práctica de abuso infantil no está lejana de los hogares, pues según datos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) Estatal, de 2018 a 2021 se recibieron mil 621 reportes al número de emergencias 9-1-1 por incidentes relacionados con menores de edad.
Es decir, al día, más de 17 niños o niñas son víctima de algún tipo de violencia en Sonora, por lo que al mes se reciben alrededor de 525 denuncias.
Dichos reportes están relacionados en su mayoría, el 42%, con sustracción de menores, seguido de corrupción de menores (38.4%), abuso sexual a mujer (15.3%), explotación de menores (3.2%), abuso sexual a hombre (0.9%) y trata de menores (0.1%).
Por su parte, la Red por los Derechos de la Infancia en México indicó en su último reporte estadístico que en Sonora 6 mil 298 infantes fueron víctimas de algún tipo de violencia en 2020.
Datos que resalta el hecho de que los niños de sexo masculino son las principales víctimas, principalmente quienes oscilan entre uno y cinco años de edad.
De igual forma y contrario a lo que se pudiera pensar, el 60.9% de las víctimas de violencia de 0 a 17 años son niños y adolescentes hombres, y 39.1% mujeres.
Otro dato a destacar es el hecho de que en México las mamás son quienes ejercen más violencia sobre sus hijos o hijas, al doble que los papás.
Las formas en cómo se manifiesta la violencia contra la infancia, se clasifican dentro de un amplio espectro en el que, según el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), comprende “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual”, y esto puede suceder en lugares de convivencia diaria como en los hogares, las escuelas, el espacio digital y los espacios públicos.
Lamentablemente, quienes viven algún tipo de violencia durante los primeros años, pueden sufrir graves repercusiones que inciden en cómo les va el resto de sus vidas. Por ello, los Comités Ciudadanos de Seguridad Pública de Sonora y Hermosillo señalan que es necesario implementar acciones coordinadas que involucren la participación de los tres niveles de gobierno, sector privado y sociedad.
Marco Paz, vocero de los Comités Ciudadanos de Seguridad Pública, indicó que de debe de visibilizar el problema y también reconocer el gran esfuerzo que organizaciones llevan a cabo contra aquellas prácticas que vulneran la integridad de la infancia.
Un dato que no permite ir más allá en la investigación, dijo, es que extrañamente en el 88.5% de los casos no se tiene información sobre el tipo de violencia ejercida, lo cual llama la atención. Solo se sabe que del 11.5% restante, el 8.3% es violencia física y el 2.1% violencia sexual.
“Los Comités Ciudadanos de Seguridad Pública de Sonora y Hermosillo, reconocemos el valor de velar por la integridad y la vida de los niños, niñas y adolescentes. Consideramos que, para que logren convertirse en ciudadanas y ciudadanos saludables, felices y productivos, es necesario implementar acciones coordinadas que involucren la participación de los tres niveles de gobierno, sector privado y sociedad”, expresó.
Es necesario, indicó, generar evidencia sobre todo tipo de violencia en el periodo de vida de la infancia, es decir, de los 0 a los 17 años. Para ello, agregó, es necesario disponer de un registro estadístico, alineado a estándares internacionales, que permita desagregar la información por sexo, edad, tipos de violencia y los ámbitos en los que se presenta.
Además, se deben desarrollar políticas públicas de prevención y protección integrales, que permitan identificar las causas que generan prácticas de violencia y conductas vinculadas a este delito, donde se dé prioridad a la difusión de los derechos de la infancia, las alternativas de denuncia y el castigo a los victimarios.
Asimismo, agregó, se debe contar con mayor efectividad en el castigo. “Necesitamos juicios prontos y expeditos, y penas ejemplares para quienes atenten contra la vida e integridad de los menores”.
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Como madres y padres de familia, debemos formar a nuestros hijos e hijas con responsabilidad, preservando su autoestima, integridad y dignidad. Para un funcionamiento intrafamiliar efectivo, trabajemos en adquirir destrezas educativas, con métodos de control positivos, para solucionar de la mejor manera los problemas comunes de convivencia, concluyó.
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