Los tiraderos a cielo abierto son uno de los principales generadores de afectaciones al medio ambiente y provienen de la poca consideración de las personas para con la correcta reducción de sus desechos, indicó la especialista en medio ambiente Carmen Muñoz.
La directora operativa de Fundación Hélice A.C. señaló que en México hay una proliferación de este tipo de tiraderos no regulados, los cuales son parcialmente creados por la desconsideración de la gente que no reflexiona sobre lo que pasa con su basura.
De acuerdo con la profesora, los tiraderos a cielo abierto, producto de la mala disposición de los residuos, tienen mucho que ver con el impacto al medio ambiente y con la medición de una huella ecológica, pues esta se mide en base al tiempo que el planeta puede procesar estos desechos.
“Si analizamos todo lo que desechamos o partimos de un segmento en particular de nuestra cotidianidad, en México se generan diariamente alrededor de 117 mil toneladas de residuos sólidos urbanos”, explicó.
Los centros de transferencia en todas las ciudades del país son espacios controlados donde debería haber una recuperación de materiales valorizables, es decir, que puedan ser reintroducidos a un proceso productivo.
Sin embargo, debido a la cantidad de desechos que se genera todos los días, es imposible vaciarlos en un solo lugar, por lo que esta es transportada a los rellenos sanitarios, espacios donde comienza la descomposición de la basura.
Muñoz añadió que el líquido que se desprende de esta descomposición se filtra al suelo, entrar al subsuelo y de ahí a los mantos acuíferos, por ello es necesario poner un fin a los basureros clandestinos ya que no son áreas reguladas para este tipo de prácticas.
“Es este círculo vicioso de contaminantes donde pensamos que no es mi problema porque saqué mi bolsita pero imagínense, va a regresar en forma de un cuerpo de agua contaminado en el que yo demando como mi servicio básico, pero no hago mi parte para que este servicio ambiental se mantenga sano”, expresó.
Parte de la responsabilidad del generador de basura es determinar la sustentabilidad y reducción de los productos que tirará a la basura, en México existen más de mil 600 tiraderos a cielo abierto y en la mayoría de las ocasiones los residuos llegan a estos lugares.
Para establecer cuánto espacio terrestre y marino necesita el planeta para procesar todo lo que desecha una persona se utiliza la huella ecológica, y su función comienza bajo el precepto de que todo lo que se consume tiene un impacto en el ambiente.
La especialista explicó que se requiere cambiar radicalmente los actos de consumo, además de que las personas deben ser más conscientes de lo que se compra y exigir que las políticas de cuidado de medio ambiente se cumplan.
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“Nuestros recursos no son infinitos, en algún momento el medio ambiente nos va a poner un alto en el consumo o en algún servicio ambiental, entonces va a tener un impacto si no hacemos un uso racional de nuestros recursos”, puntualizó.