El robo de especies animales que se encuentran resguardadas en el Centro Ecológico del Estado de Sonora (CEES) se ha vuelto un problema, pues por tercera ocasión en el año se sustrajeron aves, hecho del que se informó el pasado miércoles.
Luis Molina Ruibal, director del Centro Ecológico, enfatizó que sí cuentan con personal de seguridad que hace constantemente rondines por el perímetro de las instalaciones, pero al ser una zona tan grande, necesitan el apoyo de las autoridades policiacas.
Recordó que anteriormente se habían robado ejemplares de aves conocidas como coquenas y en esta ocasión desaparecieron tres pericos frente naranja y un cotorro argentino, además de seis astas de galo europeo y el cráneo de un antílope.
"No son especies únicas, no son tan exóticas, ni raras. Se los roban, hay gente que se dedican a robar aves para venderlas en los domicilios que se los piden, es algo parecido al robo de perros, es un mercado que lamentablemente existe", indicó.
En los últimos años han sufrido más de cinco robos, todos de especies animales y no de mobiliario, lo cual llama la atención, pues podría tratarse de las mismas personas que no han podido ser detenidas.
"Tenemos un personal de vigilancia muy calificado, tenemos tres turnos con gente capacitada, pero como es sabido hay gente que roban, lo agarran de su deporte favorito, pasa en las escuelas, en el alumbrado público; pero nosotros tenemos estrategia de rondines, reportes, pero aún así nos roban", detalló.
Uno de sus principales problemas es que cuando han podido detener a quienes efectúan algún robo, no tardan ni dos horas en quedar libres una vez que se los entregan a las autoridades encargadas de la impartición de justicia.
"Ese es nuestro coraje, nuestra frustración. Según la ley necesitan atraparlos en el momento que están robando para poder detenerlo, en flagrancia y al no existir eso, salen libres", comentó.
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