Gracias a la reducción de la actividad pesquera en la costa de Sonora, la eclosión de huevos de tortugas golfinas en las playas del estado ha incrementado, considerablemente, este último año trayendo esperanza a la población de este animal en la región.
Mayra Estrella Astorga, coordinadora del Tortuguero de la comunidad indígena seri, mencionó que este fenómeno se está llevando a cabo en todo el Noroeste de México y, aunque no hay un estudio que lo respalde, es casi una certeza que se trata de la ausencia de personas debido a la pandemia por Covid-19.
“No ha habido barcos camaroneros por la ruta de las tortugas hembras anidadoras, es lo que pensamos, porque en otras temporadas siempre vemos hembras varadas muertas por enmalle o ahogada en redes; esta temporada se redujo la cantidad de hembras varadas por la ausencia de barcos de arrastre”, acotó.
Una vez que las crías salen del nido son liberadas en el océano, pues no se cuenta con la infraestructura para retenerlas, además se cuida de que la camada no sea atacada por depredadores y pueda llegar íntegra hacia el mar.
De acuerdo con la responsable del tortuguero, en años previos se registraban alrededor de 500 eclosiones durante el periodo de dos semanas en los que las tortugas salían del cascarón, sin embargo este año en particular ha cuadriplicado este número y ya se registran más de 2 mil 300 tortugas nacidas.
Estrella Astorga explicó que todas las noches su equipo realiza recorridos por la playa Mancha Blanca del Desemboque del municipio de Pitiquito, de 20:00 a las 0:00 horas y de las 0:00 a las 7:00 con el propósito específico de encontrar tortugas en la arena y llevarlas al Mar de Cortés.
“Una hembra pone entre 40 a 130 huevos, a veces 140, los cuales tardan 45 días en ser incubados y, una vez que las tortugas salen al exterior, tendrán una etapa de maduración de 15 a 20 años, a veces hasta más”, comentó.
Debido a su estatus culinario, los huevos de tortuga corren grave peligro, pues son hurtados de sus nidos para traficarse, asimismo la pesca accidental e ilegal se ha convertido en un problema de ecológico grave en las playas del Norponiente del país.
Particularmente los huevos de tortuga golfina corren peligro, pues no sólo están en veda permanente, sino que autoridades correspondientes como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conarp) ha declarado a esta especie, la cual ha elegido las playas sonorenses para desovar, en peligro de extinción.
El hecho de que tantos de estos animales vuelvan al océano es muy significativo, pues las cinco especies de tortuga marina de la región están en peligro de extinción y hay especialistas que luchan para ver más población de este espécimen.
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Cabe mencionar que la tortuga forma parte de la mitología seri, particularmente sobre los relatos creacionistas que existen sobre el origen de la tierra, en el cual una tortuga se zambulló al fondo del océano para traer arena a la superficie.