Por su importancia al desarrollo regional, Sonora forma parte de un proyecto de las Naciones Unidas para impulsar la resiliencia hídrica, en esta ocasión en el Cañón de Evans en el municipio de Cananea.
Se trata de un proyecto convocado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, que se realizará con apoyo de activistas locales, las organizaciones Profauna A.C y Sky Island Alliance, Ayuda en Acción, así como Fundación Coca-Cola.
La convocatoria, en la que fue seleccionado el proyecto sonorense, consiste en brindar recursos para hacer obras de conservación en la región de Cananea, en específico donde se encuentra el Cañón de Evans, que es una de las partes más altas de la cuenca del río Sonora y que distribuye agua a otros ríos como el Yaqui y Santa Cruz, por ende a ciudades como Tucson, Arizona, Caborca, Hermosillo y Obregón.
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Al respecto, Sergio Müller, ambientalista e integrante del grupo que lleva a cabo este proyecto, explicó que las obras consisten en la colocación de cercos de exclusión para evitar que el ganado se acerque a zonas ribereñas con la intención de permitir que crezca nueva vegetación.
También se prevé un manejo sustentable del ganado, esto por medio de cercos, explicó, las vacas se irán rotando en varios agostaderos para que el espacio no se sobreexplote, lo que permitirá que el pasto se vaya regenerando.
Las heces y orina abonan la tierra, además el pisoteo del ganado provoca que se ablande la tierra, lo que permitirá que se vaya creando un mejor suelo con el tiempo, agregó el especialista.
“Este es uno de los puntos más altos de la cuenca del Río Sonora, aparte hay buena relación con la población alrededor que están convencidos que este tipo de obras ayudan a que su ganadería sea más productiva y sustentable”, expresó.
Otra de las acciones que se realizarán es la creación de un sistema de cosecha de agua de lluvia que va a servir para recolectar este recurso y utilizarlo en un vivero de plantas nativas, el cual sería el primero en su tipo en la zona de Cananea.
En este vivero se pretende llevar a cabo la reproducción de diversas especies regionales como árboles de álamos, bellotas, maple, encinos y otras plantas locales que tengan un valor forrajero para el ganado.
Aunado a esto, habrá talleres para enseñar a la población a germinar semillas y cosechar agua de lluvia con la intención de que lo empiecen a implementar en verano, cuando se tienen problemas por desabasto de agua a causa de la sequía.
Iniciaron este diciembre
“El proyecto inicia en diciembre con la instalación de cámaras trampa para poder monitorear las acciones que estamos haciendo y que benefician a la fauna, como a los venados y para que haya más guajolotes y otras especies que rondan por la zona”, mencionó.
En enero se inicia con la construcción e instalación de cercos para el manejo sustentable del ganado, por lo que en un año y medio se prevé la conclusión del proyecto y con ello una optimización del recurso hídrico.
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Se estima que la inversión total ronde los 2 millones de pesos, ya que las Naciones Unidas brindarán un millón 300 mil pesos, mientras que el resto de organizaciones tendrán una contrapartida de 700 mil pesos, aproximadamente.
Los beneficios que se verán a corto plazo son la nutrición del ecosistema pues habrá más vegetación y a largo plazo se espera que el agua que llegue de esa cuenca del río sea más limpia, lo que permitirá que se recargue el manto acuífero y con ello los pozos que abastecen de agua a Hermosillo.
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