Durante los meses de febrero y marzo, las bajas mareas son una constante en las playas de Bahía de Kino, lo que hace que muchas especies marinas móviles busquen resguardarse entre las algas y los charcos del mar, mientras que los animales inmóviles activan un mecanismo para protegerse ante la falta de agua.
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Primero que nada, es importante resaltar que las mareas son movimientos del nivel del mar; éstos se dividen en pleamar, es decir que sube la cantidad de agua y bajamar, cuando se retrae el flujo del mar.
Estos son ocasionados por la fuerza de atracción gravitatoria que ejerce la Luna y el Sol sobre el planeta Tierra, explicó Saúl Grijalva Varillas, especialista en astronomía.
En el caso de Bahía de Kino, el experto explicó que la marea sube y baja en promedio cuatro veces al día, sin embargo, cuando el Sol y la Luna se alinean con la Tierra, las mareas son más altas.
“La marea sube y baja en promedio 4 veces al día, sin embargo, estas son más altas cuando están alineados el Sol, la Luna y la Tierra, es decir; en luna llena o luna nueva, por lo tanto 2 veces al mes es cuando se puede ver más alta la marea”, detalló al respecto.
Por ello, durante estos meses la alineación de los planetas no ocurre, lo que hace que baje la marea y sea visible para sus habitantes, así como los visitantes.
“Sin embargo, durante los equinoccios, marzo y septiembre, la alineación del Sol con el ecuador intensifica el efecto produciendo mareas vivas y mareas muertas más intensas”, agregó el especialista.
¿Qué ocurre con las especies cuando hay marea baja?
Pedro García González, biólogo marino, mencionó que cuando baja la marea la mayoría de las especies del mar que pueden desplazarse, se alejan con el mar; mientras que algunos animales permanecen en los charcos de marea o en las hendiduras húmedas para resguardarse de la luz directa del sol.
“Otras especies tratan de mantenerse húmedas, metiéndose entre las algas para poder subsistir, pero hay animales que permanecen fijos, como los moluscos, que no pueden esconderse; cierran herméticamente sus conchas durante las mareas bajas, guardando en su interior un poco de agua para conservarse”, detalló el biólogo.
En cuanto a las especies como las lapas, el comportamiento que presentan durante bajamar es más diverso, ya que, según García González, buscan un espacio que tallaron previamente durante pleamar.
“Es muy curioso su comportamiento, cuando sube la marea, suben a las partes altas para roer las algas con su lengua, que es muy rasposa con la intención de que cuando baje la marea se puedan quedar hasta que vuelva a subir el nivel del mar”, expresó el investigador.
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Esto se debe, dijo, a que en las piedras llega a quedar un poco de agua, lo que hace que sea el lugar perfecto para resguardarse un tiempo.
Sin duda, la naturaleza busca la manera de adaptarse a las condiciones ambientales, gracias a su instinto de supervivencia pueden salir bien libradas de los cambios naturales en su entorno.
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