Einstein usó tacones, y la fotografía esconde una maravillosa historia detrás

Se trata de una anécdota graciosa, que tanto el físico Albert Einstein como los involucrados recuerdan con gracia lo que sucedió ese día

Francisco Sandoval | El Sol de Hermosillo

  · lunes 28 de marzo de 2022

Se trata de una anécdota que la familia recuerda con cariño / Foto: Cortesía | @Radiodave2000

La curiosa anécdota sobre las sandalias femeninas del famoso físico está publicada en el libro My GrandFather and Albert Einstein, escrito por Joan Rothman Brill, nieto de Dave Rothman.

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El origen de esta historia comienza en el verano de 1938, cuando el padre de La relatividad, buscaba disfrutar sus vacaciones en Rhode Island para alejarse del estrés, sin embargo se le olvidó empacar sus sandalias para el viaje, así que visitó la tienda de Dave.

Esta visita al local se llevó a cabo por recomendación de la hija de Einstein. Al llegar se dirigió al propietario y solicitó con su acento alemán unas “sundials” (relojes de sol).

El confundido dueño del comercio, llevó al físico a mostrarle el único reloj de sol que tenía. Einstein se sintió muy apenado cuenta el relato, y dijo una vez más que buscaba “sandals” (sandalias).

Sin embargo, Dave le respondió que la temporada de verano había agotado todas las sandalias, solo quedaba un par femenino con tacones bajos. El escritor de libro contó que su abuelo logró venderle ese par, pero fue porque Einstein estaba muy apenado por la confusión.

Las imágenes de Albert Einstein con tacones han dado la vuelta al mundo / Foto: Cortesía | @OldPhotosBacon

“Mi abuelo era una persona muy cálida. Con el tiempo nos contó que en aquella ocasión, Albert se sintió apenado pero a la vez tan cómodo con la amabilidad de Dave, que decidió comprar el único par disponible, aunque fuese calzado para una dama” relató Joan Rothman.

La historia quedó inmortalizada en un par de fotografías que se tomó Albert Einstein, con su nuevo amigo Dave como muestra de agradecimiento. El abuelo por su parte, le dijo al físico que le enviaría, una vez al año, un par de sandalias que fuesen más “de su estilo”, promesa que cumplió hasta la muerte del físico en 1955.

Actualmente la familia Rothman ya no vende sandalias, ahora poseen un comercio de guitarras. Esta anécdota, entre otras, es una de las favoritas de la familia, reveló Joan en su libro.

Son varias las historias y curiosidades que rodean la vida del popular físico. Muchos asumen que esas sandalias eran de la esposa de Einstein, antes de que Joan contara su historia. Entre otras extrañas cosas que acompañan la figura del padre de la relatividad, es que tenía una afición anormal por los trajes grises, además tenía talento para el violín.