Sonora en su extenso recorrido dentro de la historia ha albergado muchas culturas que utilizaron sus tierras para asentarse, para alimentarse y guarecerse de las inclemencias del clima y han sido muchos los vestigios encontrados en diferentes puntos que dan fé de su paso, algunos de muchos siglos atrás.
Estas manifestaciones se encuentran regadas por todo el estado, algunas de manera aislada y otras concentradas en ciertos sitios que ahora se consideran arqueológicos, pues dan muestra de los asentamientos humanos que ahí se desarrollaron, pues las huellas que dejaron a su paso son bastas y emocionantes.
Sitios como la Pintada, las Cuevas de Cucurpe o el Cerro de Trincheras son muestras de todo eso, y los hallazgos realizados a través de los años han atrapado a los especialistas que estudian las formas de vida que se desarrollaron en estas tierras, algunas de ellas hace casi 2 mil años atrás.
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Cerros de Trincheras
La palabra "trincheras" puede referir a varios fenómenos arqueológicos y en específico los "Cerros de Trincheras" fueron construidos por varias culturas arqueológicas durante varios períodos y consisten en colinas o picos, en muchos casos cónicos, que soportaron múltiples terrazas con muros de contención de piedra. El más famoso es el que se encuentra en la cuenca Altar-Concepción del noreste de Sonora, y se llama Cerro de Trincheras.
Entre sus elementos arquitectónicos destacan las cerca de 900 terrazas que albergan estructuras como la Cancha, el Caracol y el Mirador. Se encuentra en la parte media del valle del río Magdalena, en el noroeste de Sonora a 240 kilómetros de Hermosillo.
Este asentamiento no puede entenderse sin referirnos a la zona arqueológica La Playa, área de dominio de los primeros agricultores del desierto sonorense, donde elaboraron ornamentos en conchas marinas. Pese a su intensa erosión, La Playa ha permitido entender el inicio de la larga historia de las comunidades de la tradición Trincheras, sus estrategias de subsistencia, condiciones de salud, tecnología lítica y cerámica, relaciones de intercambio y tratamiento funerario.
Terrazas para defensa
Las terrazas individuales con muros de contención de piedra que llamaron "trincheras", así que este término puede referir a un espacio que soportó habitaciones o áreas agrícolas y existen evidencias arqueológicas indican que fueron espacios domésticos.
Existen teorías que proponen que fueron construcciones defensivas, otros creen que son expresiones religiosas, pero la verdad es que estas edificaciones no eran buenos diseños para la defensa militar, ya que son bastante "porosas” facilitando un posible asalto.
Sus habitantes vivieron en las partes bajas y trabajaban en sus artesanías, mientras que la cima fue reservada para las actividades rituales y estos espacios incluyen un muro de piedra de forma de círculo grande, que define un cuarto al aire libre o posiblemente cubierto, además hay círculos más pequeños, también definidos por muros de piedra.
Su espacio en el tiempo
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La que es conocida como “Fase Altar” corresponde a los años entre 800 y 1300 D.C. es considerada una de las de mayor actividad humana, pues hay vestigios que indican que hacia el año 200 de nuestra era hubo personas que anduvieron por esos rumbos, la mayoría de manera transitoria.
En esta fase la ocupación de la zona de Trincheras fue intensiva, y en por lo menos ciertas áreas en base a la agricultura de riego. La producción y el intercambio de ornamentos de concha fue una industria importante.
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