Un niño estadounidense fue certificado como el bebé más prematuro del mundo, pues nació a las 21 semanas y llegó a pesar menos de una libra. Curtis Means se entregó en Birmingham, Alabama, el año pasado con un peso de tan sólo 420 gramos.
Lee también: Nacieron cuatrillizos en Hermosillo: la historia de esta hermosa bendición
Los Guinness World Records confirmaron que Curtis, quien ahora ya cuenta con 16 meses de edad, estableció un nuevo récord. Un embarazo normal es de 40 semanas, lo que hace que Curtis sea casi 19 semanas prematuro. Su madre Michelle Butler, habría llegado al hospital el 4 de julio de 2020 para dar a luz a sus mellizos, Curtis y C’Asya.
C’Asya murió un día después, el hospital dijo que normalmente ofrece a los padres un cuidado compasivo en estas situaciones, lo que les permite sostener a sus pequeños bebés durante el poco tiempo que les queda juntos.
Pero con menos del 1% de posibilidades de supervivencia, Curtis se aferró a los cuidados intensivos, posteriormente fue retirado de un ventilador después de tres meses y dado de alta en abril después de 275 días en el hospital.
Los terapeutas tuvieron que ayudarlo a que aprendiera a respirar y usar la boca para comer. Butler compartió en un comunicado: “Poder finalmente llevar a Curtis a casa y sorprender a mis hijos mayores con su hermano menor es un momento que siempre recordaré”, expresó.
Curtis, quien tiene 3 hermanos mayores, aún necesita de oxígeno suplementario y una sonda de alimentación, sin embargo, los médicos afirman que tiene muy buena salud.
Por otro lado, el doctor Brian Sims, el neonatólogo de la Universidad de Alabama en Birmingham que supervisó el parto, mencionó a Guinness World Records: “He estado haciendo esto durante casi 20 años, pero nunca había visto un bebé tan joven, tan fuerte como él, Curtis tenía algo especial”, señaló.
Cursis redujo 24 horas el récord anterior, que tenía el bebé de Wisconsin, Richard Gutchinson, que nació sólo un mes antes a las 21 semanas y dos días.
Antes de Richard, el récord había permanecido intacto durante 34 años, habiendo estado en manos de un bebé nacido en Ottawa, Canadá, a las 21 semanas y cinco días.