José María Mendoza o "El Chema", como le dicen de cariño, es un joven altruista originario de Etchojoa, Sonora, reconocido por su carisma y su gran corazón por ayudar a los más necesitadas. Hace algunos años decidió emigrar a Estados Unidos para trabajar en unos campos vinícolas.
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En diciembre del 2019 regresó a su pueblo natal para celebrar las fiestas decembrinas con su familia, asimismo quedarse hasta la cuaresma, pero los planes cambiaron debido a la contingencia y no pudo regresar a su trabajo.
Al implementarse las medidas sanitarias y quedarse en casa, muchas familias se quedaron sin un sustento y hasta pasaban días sin comer, ante la situación gente externa al pueblo comenzó a apoyar donando alimento.
“Una empresa, desconozco cual, regaló costales de papas y una persona me mando un mensaje que me iba a llevar dos sacos para que yo los regalara donde yo considerara que hacía más falta y como la gente me conoce por andar regalando cosas siempre pues me los trajo”, mencionó.
En una publicación de Facebook, "El Chema" pidió apoyo para llegar a una comunidad muy lejana llamada Las Cucas donde habitan en su mayoría personas de la tercera edad y el único medio de transporte son bicicletas.
“Puse en el Facebook que me habían regalado papas y necesitaba “raite” para ir a entregarlas y que iba a poner para la gasolina y se apuntó una muchacha, después me vine con mi mamá y le comenté lo que iba a hacer pero que me daba tristeza solo llegar con eso, así que fui a comprar aceite para que pudieran guisar las papas”, expresó.
Al llegar a la tienda, el dueño se enteró de su labor y le regaló 22 sopas para las familias de la comunidad, también su vecina coopero con una sardina, sus amigos con papel de baño, atún, harina, manteca, arroz y hasta pidieron la tarjeta para hacerles depósitos. Ese mismo día entregó 30 despensas.
“En la tarde cuando llegamos ya había más gente, ya parecía almacén mi casa y lo gente decía: Chema te las entregamos a ti, tú sabes lo que vas a hacer con ellas, te tenemos confianza. Entonces sentí el compromiso y cómo la gente depositaba la confianza en mí”, señaló.
La solidaridad de los pueblerinos llenó de felicidad a José María, quien continúa ayudando a las personas que lo vieron crecer. Hasta el momento se han beneficiado alrededor de 200 familias y aún falta por hacer la entrega de 90 más.
“Etchojoa es un pueblo que está en las estadísticas de la cruzada contra el hambre, un pueblo de los más marginados, ya no estamos esperanzados ni tampoco estamos con las manos abiertas esperando recibir apoyo del gobierno, esto es más apoyo solidario de la gente, aquí se hizo un lado la política y religión”, resaltó.
"El Chema" señaló que siempre ha tenido un gusto por ayudar, pues se ha encontrado en las dos situaciones: recibir y dar. Cuando trabajó por primera vez fuera del país, apoyó a algunos jóvenes con el pago de inscripciones escolares, pasajes para los estudiantes, envió despensas y compró uniformes de fútbol para un equipo, aunque lo ha mantenido de una forma anónima siempre pide fotografías para saber que haya llegado la ayuda.
“Me siento comprometido con todo el pueblo, todos han ayudado entre ricos y podres pero todos unidos por la misma causa y con el mismo corazón, también se acercaron algunos políticos locales, son personas de buen corazón”, agregó.
Para finalizar mencionó que hacer esto le deja una gran satisfacción y lo que hace es con la finalidad de ayudar a los demás, para que la gente pueda salir adelante y puedan tener un plato de comida, asimismo extendió la invitación a que se sumen a ayudar a su vecino, a la gente en situación de calle o las personas que estén pasando por una situación difícil.