¡Al agua patos! Es una frase que relacionamos con un buen chapuzón o un bañito. Eso es lo que quizás escuchaban los niños y jóvenes del Hermosillo de antaño al pensar que irían a alguna alberca.
Además de ir de paseo a El Gavilán o a Topahue, con canalito y su gran alberca. Hermosillo tenía más opciones para la diversión acuática.
Sí, antes del parque La Sauceda, de Mundo Divertido y de las albercas de Santa Clara; hubo otros espacios -la mayoría. públicos, que recibían a las familias y grupos de amigos que buscaban ocasión de mitigar el calor.
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La alberca de la Unison, un lugar de ‘cotorreo’
Los hermosillenses de los años sesenta a mediados de los ochenta, socializaban y chapoteaban en la alberca de la Universidad de Sonora.
Pero no la que conocemos actualmente. Antes estuvo por la calle Rosales, “atrasito” del campo de softbol, antes del gimnasio universitario que es donde hoy está el Centro de las Artes. Cuando la calle Luis Donaldo Colosio se llamaba Yucatán (después se llamó Ignacio Aguirre Palancares).
Ahora, el espacio donde se encuentra la alberca está ubicado fuera del área académica. Donde ahora se imparten clases de zumba y de natación, pero con acceso controlado.
Además de beisbol, hubo otras actividades
Otra alberca muy popular que recuerdan los hermosillenses, a donde acudían a tomar clases por las tardes y fines de semana, además de tener espacio para pagar una módica entrada e ir a divertirse en el agua, es las que funcionaba en el espacio deportivo que incluía el Estadio Héctor Espino.
A este sitio se le relaciona generalmente con el beisbol, pero también contó con canchas de tenis. Incluso, antes de que fuera tianguis, también hubo un palenque en ese lugar.
La alberca de los muchachos
Y si nos vamos más al pasado, podemos rescatar que en Hermosillo hubo otra alberca; quizás no fue tan pública como las anteriores que hemos visto en esta entrega, pero sí dio momentos de alegría y ocasión de refrescarse a los alumnos del internado Coronel J. Cruz Galvez, en los límites de la colonia Centro y 5 de Mayo.
El Facebook de Hermosillo a través del tiempo, de Manuel Hernández, comparte una imagen de este lugar, señalando que es de los años 30.
Algunos de los usuarios de las red, interactúan comentando que en los años 70 ya no funcionaba, pero estaba visible para quienes formaban parte de esta comunidad.
También en la Reforma
Otro complejo deportivo y de esparcimiento para la niñez y la juventud de quienes andan entre los 30 y 80 años es lo que conocemos como Deportivo Reforma, que ha visto pasar por su terreno jugadores de beisbol, futbol, atletas, basquetbolistas y nadadores.
La “alberca de la Reforma”, como muchos la han conocido, se construyó en este complejo deportivo, alrededor de los años 60; al menos tres o cuatro generaciones pasaron por las aguas de este complejo al aire libre que tenía un graderío de concreto y luego se convirtió en canchita de futbol rápido.
Otras albercas en Hermosillo
También hubo albercas de estas dimensiones en lo que fue el Casino de Hermosillo, por el Bulevar Kino; en el Gimnasio del Estado, donde hoy es el estacionamiento de la Arena Sonora; y en el Vado del Río.
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Pese a que el calor ha ido en aumento a través del tiempo, o quizás pasa que cuando eres niño no te afecta como cuando eres adulto; los niños que disfrutaron estas albercas no eran tan demandantes de los bloqueadores solares ni eran advertidos de que se iban a ahogar. Solo llegaban con su shorts y su toalla y ¡al agua patos!
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