A más de 20 años de haber iniciado como taxista, Gustavo Nuñez Maytorena se ha ganado el reconocimiento de muchas personas que conserva como clientes, así como de quienes solicitan sus servicios para trasladarse en Hermosillo.
El oriundo de Carbó, relató a El Sol de Hermosillo que no estaba en sus planes echar raíces en esta ciudad, pero el haber conocido a su ahora esposa le cambió todo.
“Ya tengo muchos años, me vine de paseo y terminé por casarme aquí”, comentó con risa nerviosa, pero a su vez afirma que es lo mejor que le ha pasado en su existencia, porque el fruto de esa relación fue tener tres hijos.
Apasionado del volante es como se describe “El Vaquero”, apodo que le pusieron sus compañeros y los mismos clientes, ya que suele traer sombrero, botas, prendas y cinto, un “look” característico de esta región.
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Recordó que antes de convertirse en conductor realizó otras actividades en restaurantes y diversos negocios, pero una vez que tuvo la oportunidad de conducir y movilizar a personas supo que sería lo que haría el resto de su vida.
“Trabajo la mayor parte del tiempo en las noches, aunque a veces en el día, normalmente me acomodo a las necesidades de mis clientes, chamba es chamba. Tú sales de tu casa y no sabes si vas a volver, nadie tiene la vida asegurada, nomas nos queda encomendarnos a Dios y pedirle que nos cuide”, exclamó.
Dicha profesión le ha dado la satisfacción no solo de obtener el sustento para su familia, sino que también le permitió pagar los estudios profesionales de sus dos hijas, donde una de ellas finalizó la carrera de Criminología y la otra está por terminar la de Enfermería, ambas ya casadas, mientras que su hijo sigue un camino similar.
¿Es seguro ser taxista?
Al preguntarle si implica un riesgo alto el andar de noche en las calles y colonias, respondió que sí, pero toma sus precauciones para evitar ser víctima de delincuentes o personas malintencionadas.
Sostuvo que con la llegada de las aplicaciones para él no tuvo el impacto negativo que se llega a pensar, dado a que al estar afiliado a un sindicato y andar siempre identificado le sirve para que le tengan más confianza que a los socios que trabajan en plataformas.
“A mi como chofer me conviene, porque pudiera sacar mi carro y hacerme concesionario, es una ventaja, pero como padre de familia me afecta porque si una de mis hijas se sube a un carro que no trae placas originales o los conductores no están identificados, ahí sí da miedo”.
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Le tocó "choferear" al "Señor de las canas"
Dentro de las incalculables anécdotas que guarda, una que lo ha marcado es el haber trasladado al cantante Lorenzo de Monteclaro, casi en sus inicios como chofer, a quien de manera circunstancial lo conoció.
“Lo levanté en el Ley Kino, él traía lentes y gorra, pero cuando me dijo: te estoy esperando para que me lleves… Supe que era él, primero por su voz y luego por su inigualable bigote”, recordó con alegría, ya que lo trató de una forma muy amable y amena.
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