Ha llegado la temporada más calurosa del año: el verano, donde se puede disfrutar durante algunos meses de un delicioso helado sin enfriar tus manos, ir a las albercas cada fin de semana, prender el aire acondicionado en 16° y visitar la playa más cercana. Debido al confinamiento, cambiaron los planes para muchas familias, cancelaron sus viajes al pueblo, al bosque o al mar, pero el sentido de la convivencia siguió desde casa.
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Para otros, el recordar a las personas que disfrutaron por última vez del sol, la arena, el mar, en el mismo lugar, trae a su memoria momentos de felicidad y nostalgia que inundan sus corazones.
Después de cinco años doña Bertha regresó a la playa en el año 2019, sin pensar que sería su última vez. Ella crío a la mayor parte de sus nietos, disfrutaba verlos correr, jugar y crecer.
Fue una mujer muy consentida por su familia, aunque su enfermedad no le permitía hacer muchas actividades y salir de viaje, su casa siempre se encontraba llena de personas que la visitaban e iban a tomar un café en el porche de su casa.
En el 2019 uno de sus nietos mayores organizó un viaje a la playa con toda la familia, eran alrededor de 18 personas entre sus hijos, sus nietros y bisnietos. La ilusión de doña Bertha era muy grade pues se sentía feliz de pasar un fin de semana con todos en uno de sus lugares favoritos.
"Iba muy feliz de pasar un fin de semana completo con todos nosotros, estaba muy contenta, como nunca. Fue un momento inolvidable para ella, a todo mundo le platicaba de ese viaje", recordó con cariño Dena Ibarra, una de sus nietas, en entrevista con El Sol de Hermosillo.
Desde la terraza de una casa en Bahía de Kino admiraba el mar y el atardecer, mientras los integrantes más pequeños de la familia se encargaban de hacerle pasar un día especial e inolvidable.
La abuelita de la familia Ibarra padecía de una enfermedad respiratoria, por lo que necesitaba un tanque de oxígeno para poder respirar; sin embargo, este este viaje, no lo necesitó, sólo le bastó la tranquilidad y la felicidad de estar con los suyos.
"Ella no podía estar ni una hora sin el tanque de oxígeno cuando estaba en casa, lo tuvieron que llevar en la cajuela y no lo sacaron ni de broma, no lo necesitó ni un segundo", agregó.
En febrero del 2020 doña Bertha falleció, su familia tenía planeado llevarla a la playa nuevamente, pero este año todo cambió, después de haber pasado ese momento feliz con la abuela, la familia decidió hacer un viaje para recordarla, sin embargo, debido a la contingencia no se pudo realizar.
Aunque la situación ha sido difícil, la familia considera que es importante quedarse en casa para evitar la propagación del virus, también mencionaron que, aunque no puedan hacer el viaje en estas fechas, siempre recordarán ese viaje a la playa, en un día normal, sin enfermedades y sin distanciamientos social.