La lucha constante del día a día, levantarse de madrugada para iniciar con la preparación de comida y después recibir a sus clientes con una deliciosa cahuamanta es satisfactorio.

La historia de Erika Patricia Santeliz Moreno inició cuando vendía burritos, tortas, quesadillas, guisos en diferentes lugares, y con el tiempo decidió en la venta de un platillo fijo y así nace la cahuamanta, con el nombre de “El viejo Paulino” en Escobedo y Tamaulipas.

“Difícil no es, no hay ningún imposible, de pronto se nos atora la carreta como a muchos pero yo lo disfruto, yo me levanto y digo ‘cómo quisiera quedarme acostada’; pero luego pienso en mis hijos que tienen que comer y a seguirle”, comentó Erika.

Soltera y madre de cinco hijos, Erika Santeliz, agregó que la vida no es fácil, pero el mensaje que desea transmitir es vivir y trabajar para sus pequeñines.

“Ser madre soltera no ha sido impedimento para sacar adelante a mis cinco hijos, en ocasiones te pegas una buena friega, pero tenemos que hecharle ganas a la vida”, finalizó.