Para Patricia Martínez, perder su negocio durante la pandemia de Covid-19 fue uno de los momentos más difíciles. Y es que, luego de años de mucho esfuerzo y dedicación, su pequeño restaurante ‘Antojitos Mexicanos, la flor de México’ no soportó la situación económica provocada por la pandemia.
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“Resistimos hasta junio. El último día que estuvimos en Antojitos se vendieron 150 pesos”, relata.
El negocio estaba cumpliendo su primer año en un local ubicado en la Plaza Cine Sonora, en pleno centro de Hermosillo, cuando se registró el primer caso de Covid-19 en Sonora. Luego de ello se implementaron las medidas de cuarentena y restricciones de movilidad y con ello las ventas se fueron al suelo.
Patricia comentó que, a solo tres meses de que iniciara la situación el negocio ya era insostenible, por lo que no les quedó más remedio que cerrarlo definitivamente.
“Sí fue muy duro; sí fue mucho muy difícil porque pues es el sueño de uno. Se le invirtió tanto y de pronto cerrar, de la noche a la mañana… Sí fue muy difícil”, apuntó.
Un sueño truncado
Antojitos Mexicanos se especializaba en la venta de alimentos originarios del centro y sur del país, principalmente la Ciudad de México, como pambazos, huaraches, quesadillas, sopes, entre otros.
Patricia Martínez comentó que ella y su esposo son originarios de la Ciudad de México y llegaron a Sonora hace algunos años por motivos de trabajo. Durante una mala racha, decidieron emprender el negocio de comida y, para su sorpresa, comenzaron a tener éxito y se hicieron de buena clientela.
Durante algunos años tuvieron un puesto pequeño ubicado en un estacionamiento, posteriormente invirtieron sus ahorros para armar un food truck; en Plaza Cine Sonora llevaban apenas un año y las ventas iban en aumento, hasta que llegó la pandemia.
“Era lo que yo soñaba; yo le decía a mi esposo: yo quiero mi restaurante mexicano”, dijo.
En solidaridad, para tratar de aminorar el golpe económico, los dueños del local les redujeron la renta 50%, sin embargo, dicha ayuda no fue suficiente para mantenerse abiertos y poder pagar el sueldo de quienes laboraban en el lugar.
“Nos apoyaron las personas que nos rentaban, pero aun así no alcanzábamos ya a sacar más; ya no se pudo”, mencionó.
Recordó que el gobierno ofreció algunos apoyos económicos, principalmente para las micro, pequeñas y medianas empresas, sin embargo, a pesar de cumplir con todos los requisitos no pudieron acceder a dicho apoyo.
La esperanza de volver
Una de las cosas que más disfrutaba Patricia era ver a sus clientes contentos y escucharlos cuando comentaban que les habían gustado los platillos y que volverían en otras ocasiones.
Y es que, la mayoría de los platillos eran elaborados al momento, lo que sin duda mejoraba mucho el sabor y la experiencia para los comensales.
Patricia menciona que, si bien la situación aún es compleja, es importante que no decaiga el ánimo de las personas y que sigan esforzándose y luchando por alcanzar sus sueños y sus metas, aunque el camino se vea complicado.
“Si tienen la manera de seguir adelante, inviertan; si tienen la manera de empezar con un peso, empiecen; que no dejen las cosas a la deriva. Yo creo y siento que sí podemos salir adelante”, apuntó.
Mencionó que espera en un futuro poder tener una reapertura de Antojitos Mexicanos, pues sigue siendo uno de sus mayores sueños y es un negocio que le ha dado muchas satisfacciones.