La celebración de una boda suele ser un evento de gran importancia para todas las parejas, pues es el inicio de una vida juntos y de todos los sueños que han puesto en ello, además de que es la culminación de meses de organización para este evento.
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Sin embargo, durante el 2020 un sin fin de festejos tuvieron que ser pospuestos debido a las restricciones sanitarias que trajo la pandemia de Covid-19, pausando así las ilusiones de muchas parejas.
“Las parejas estaban muy tensas, muy nerviosas, ansiosas; para muchos fue muy fuerte saber que no iban a poder celebrar su boda en la fecha que tenían pensada por algo que era completamente ajeno a todos”, expresó Carolina Paredes, organizadora de eventos sociales y empresariales.
En exclusiva para El Sol de Hermosillo, señaló que todo lo vivido en el 2020 resultó muy interesante, pues fue una situación para la que nadie estaba preparado, por lo que las personas tuvieron que adaptarse lo mejor posible. Afortunadamente, dijo, en su trabajo logró encontrar cierto equilibrio a la hora de tener que reagendar la mayoría de los eventos.
“Si a mí me hubieran dicho en alguna ocasión de la vida que se iban a mover las fechas de las bodas y todos los proveedores estarían de acuerdo, me hubiera reído, lo habría visto como un chiste. Pero ahora que sucedió me ha parecido increíble la buena disposición que han tenido los proveedores en su mayoría; creo que todos entendimos que era algo ajeno a nosotros, pero queríamos seguir estando en ese día tan especial para tantas parejas que, la verdad, no la estaban pasando nada bien”, compartió.
Replantear los escenarios
Carolina comentó que fueron responsables con las indicaciones que dictaba el Sector Salud, por lo que los primeros meses de la pandemia se dedicaron a trabajar desde casa, sobre todo buscando la manera de poder reagendar los eventos que ya tenían en puerta, tratando de encontrar fechas en las que pudieran llevar a cabo los eventos planeados, pues muchos de ellos ya tenían todo pagado.
“Tuvimos que ver la disponibilidad de todos, imagínate empatar 5 agendas; algunos lugares ya incluyen todos, pero otros sólo una parte y pues, teníamos que ver la agenda del chef, de la música, florería, proveedor de cócteles, de todo; podían ser de entre 6 hasta 15 proveedores para un solo evento”, añadió.
Aunque el escenario se veía complejo, mencionó, sintió satisfacción al ver la disposición de todo el equipo de trabajo y los proveedores, gracias a lo cual lograron organizarse para las nuevas fechas.
Para finales de septiembre de 2020 lograron tener los primeros eventos, sin embargo, al verse obligados a reducir el aforo también tuvieron que hacer ajustes en el resto de los servicios que iban a brindar.
“Llegamos a hacer un evento de 12 personas; era una boda con vals, con banquete, con música, con todo; también hicimos una con 70 personas. Antes de la pandemia las bodas eran de 250-300 hasta 350 personas en promedio y con la pandemia nos fuimos a un promedio de 70-80, hasta 100 personas como máximo”, externó.
La empresaria hermosillense apuntó que de finales de septiembre a principios de diciembre de 2020 tuvieron una reactivación lenta y paulatina. Posteriormente, de enero a mayo de 2021 tuvieron algunos eventos, hasta que el semáforo epidemiológico volvió a rojo, con lo cual tuvieron que parar.
2021, un año con nuevas ilusiones
Desde el mes de septiembre, y hasta diciembre de este año, la agenda de Carolina Paredes se encuentra llena, pues han logrado tener una buena recuperación y, sobre todo, se están llevando a cabo los eventos que se pospusieron desde el año pasado.
“Creo que hemos recuperado un 70% de los eventos que teníamos pendientes. En su mayoría son bodas. La gente sigue con la ilusión de tener ese evento, de iniciar una vida juntos. Hay muchas parejas que ya tuvieron una boda civil y quizá ya viven juntos, pero igual siguen con la ilusión de tener su fiesta de boda”, destacó.
Recordó que las parejas que resultaron más afectadas, emocionalmente hablando, fueron aquellas que tenían planeados sus festejos después de marzo, en el segundo trimestre de 2020 y también las de diciembre de ese mismo año, pues 5 días o una semana antes de que se realizaran tuvieron que ser pospuestos debido al incremento de contagios de Covid-19.
“Las parejas que se quedaron a 5 días de su boda sí son los que traen ahorita el miedo todavía de saber si realmente van a poder llevar a cabo el evento en esta ocasión porque cuatro o cinco días antes de su festejo nos dijeron (las autoridades) que siempre no se podía”, expresó.
En ese sentido, Carolina hizo hincapié en que la situación ha mejorado bastante y gracias a ello los eventos ya están agendados e inclusive se ha podido aumentar el aforo de éstos, pues hoy se encuentran en un promedio de entre 150 y 250 personas como máximo, siempre y cuando sea en lugares abiertos y se cuiden todos los protocolos sanitarios.
“Se ha recuperado mucho de lo que se ha perdido. Los eventos ya no son tan chicos, principalmente gracias a la vacunación y a que hemos entendido los protocolos sanitarios”, abundó.
Además, declaró que, de seguir así, 2022 podría ser un año todavía mejor para la organización de eventos y festejos, tanto sociales como empresariales.