Al igual que el resto de las efemérides previas, la celebración del Día del Orgullo Friki sufrirá a causa de la pandemia por Covid-19; sin embargo, esto no impide a la comunidad geek y otaku de Hermosillo festejar esta singular tradición.
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Mientras algunos se entretienen mirando episodios de sus series favoritas, matando el tiempo con juegos de video o leyendo cómics, Manuel de Jesús Gil Soto pasará el 25 de mayo probando el filo de su katana.
Inspirado por la serie de anime y manga Rurouni Kenshin, al igual que su amor por todo lo referente al periodo feudal japonés, Manuel decidió emplear sus conocimientos para forjar su propio sable.
“La hice con corte de plasma en una placa de aluminio, después la mandé a pulir y afilar con una persona que afila cuchillos; para la funda corté madera de pino con un esmeril y la pulí con lijador”, explicó.
Por propia admisión, la Zanshu no Otome, nombre con el que fue bautizada la espada, es el trabajo de un entusiasta que palidece al compararlo con los grandes forjadores de acero nipón.
Sin embargo al ser de aluminio su sable compensa su debilidad con mayor ligereza y facilidad de uso.
Manuel no descarta perfeccionar sus habilidades, tanto de espadero como de esgrimista en tanto su profesión se lo permita, pues forjar espadas fue una actividad divertida que le inculcó un nuevo respeto por los maestros forjadores del antiguo Japón.
Pero por mientras, puede darse el lujo de decir que es el ronin más peligroso de su cuadra.