Símbolos de lucha y defensa de los derechos de los campesinos del sur de Sonora, que se ha extendido a muchas otras partes del estado y también a la defensa de los derechos de las mujeres, en especial, las mujeres campesinas e indígenas, primero por el legendario Machi López y siguiendo con ese legado Anita María López Rodríguez, se mantiene a la fecha con esa visión de justicia.

Ésta es una fecha muy especial para la familia y para la lucha que ellos representan, pues un 26 de noviembre, pero de 1953, Machi López fue asesinado afuera de su casa en Ciudad Obregón, un caudillo que se convirtió en leyenda y que en su tiempo inspiró a muchos a continuar con su labor de defender a los desprotegidos y fue Anita, su hija, quien tomó esa estafeta de manera natural.

Es por eso que el Congreso de Sonora por medio de la Comisión para Igualdad de Género, galardonó con la presea al Poderío de las Mujeres Sonorenses a Ana María López Rodríguez por su larga trayectoria en defensa de los campesinos y su comprobado compromiso social, que, a pesar de que ha pasado muchos tiempo, se mantiene intacto a sus 87 años de vida.

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“Este reconocimiento que se la hace en vida, yo creo que significa también la trayectoria en la lucha de las mujeres, que es amplia y a mí como su hija me refleja el reconocimiento colectivo y no nada más individual de mi mamá, porque las luchas y los logros han sido de manera colectiva y eso es muy importante que se haga este reconocimiento aquí en su tierra pero falta que el estado reconozca que expulsó no solo a Anita López, sino a mi papá (Carlos Ferrá) y en su momento, en algunas ocasiones a mi abuelo (Machi López) también”, aseguró Eunice Ferrá López, hija de Anita López, quien recibió la medalla en nombre de su madre.

Siempre en pie de lucha

En el Movimiento Universitario de 1973 en la Unison, Anita López fue una fuerte e influyente dirigente estudiantil de aquella época, entre otros personajes, como Carlos Ferrá, quienes fueron pieza clave en la resistencia por parte de los estudiantes en esa complicada década de los 70s.

También estuvo involucrada en diferentes movimientos sociales y estudiantiles en la Ciudad de México, en la UNAM, con el Partido Comunista, en donde se relaciona con importantes personajes de la agitada vida política de esos años en la capital del país, incluso se sabe de una fotografía en su casa de Ciudad Obregón, donde llegó a recibir la visita del pintor y militante Diego Rivera, de ahí su relevancia y lo que les inspira a las nuevas generaciones.

“La lucha no es individual, la lucha es colectiva, que la lucha es por el derecho a las mujeres, escuchando la opinión de todas y tratando de integrar pero también sigue siendo una reflexión de conciencia, mi mamá es una luchadora innata, que se ha plantado en la medida de sus capacidades físicas, por la eliminación de la violencia hacia las mujeres, ese es su principal legado”, aseveró Eunice.

Ana María López Rodríguez, es profesora investigadora en Sociología Rural, agroecología, ensayista de trabajos académicos dedicados a la Nación Yaqui y biógrafa del propio Maximiliano R. López, su padre, además de un símbolo de la lucha social en Sonora y en varias partes del país donde se ha sumado a causas nobles y justas.

‘Anita… Por la tierra... Por la vida’

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Toda esa vida de lucha social inspiró a Daniel Montaño Rico, comunicólogo e investigador hermosillense, a adentrarse en ese mundo, conocer a Anita y finalmente acabar realizando un documental sobre su vida y obra, que ha sido presentado en diferentes foros culturales y académicos del país, en donde ha dejado una huella profunda por todo lo que la labor de Anita inspira.

Este material dentro de poco se liberará en algunas plataformas de video digitales y estará disponible de manera gratuita, para que esté al alcance de quienes quieran acercarse a la trayectoria militante y comprometida de Anita López, sin lugar a dudas, el mejor reconocimiento que pueda recibir alguien con ese espíritu, como dijo su hija, “en vida”.

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