Los días recientes han estado dedicados, en comercios, escuelas y lugares de consumo y entretenimiento, a las niñas y niños, ¿el motivo? La tradicional fecha en el calendario del 30 de abril.
Quienes tienen hijos o conviven de manera cercana con niños y niñas, pueden dar cuenta en estos días, de la creación del peinado loco, el sombrero loco, los calcetines locos, el día en el que van vestidos de princesas y superhéroes, y del día de ir en pijama, entre otras ideas.
En torno al tema, esta entrega es sobre la presencia o reconocimiento a la niñez, que ha ido en aumento en Hermosillo, por medio de las esculturas y/o monumentos. ¿Cuáles son los que recuerdas?
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Primeros monumentos dedicados a la niñez
Hermosillo, durante finales del siglo XX y principios del XXI contó con tres esculturas que están bien ubicadas por los ciudadanos; algunas han cambiado de sitio, pero son recordadas.
Una de ellas es la de la Caperucita Roja en el primer kínder que hubo en Hermosillo, hace alrededor de 65 años. La obra de Francisco Castillo Blanco está ubicada en la esquina nororiente del Bulevar Rosales y Luis Encinas, donde ahora son las instalaciones de Radio Universidad.
Otro monumento dedicado a los niños es el que está en la colonia Centro, conocido como El Mundito, también contiguo a un jardín de niños.
La tercera escultura o instalación infantil es la que está en el exterior de la casa hogar Unacari, frente a La Sauceda. Los niños que la protagonizan, en su historia, han estado cerca del Hospital Chávez; luego se reubicaron por rumbos de la colonia Apolo, donde estuvo Unacari, y actualmente están en el oriente de la ciudad. Algunas personas, a quienes llevaban a jugar a donde han estado, las identifican como “los niños de piedra”.
Esculturas más modernas en Hermosillo
Con el paso del tiempo, el crecimiento y la transformación de la ciudad, han surgido otras esculturas en las que hay presencia infantil.
Entre las más recientes se encuentran la dedicada a la familia y que fue instalada en la esquina de Matamoros y Monterrey, en el exterior del Mercado Municipal; la escultura es del artista Marlon Balderrama.
Otra de las esculturas más recientes, que reflejan la cotidianidad de Hermosillo, es la de una niña que alimenta a las aves, y que está en la Plaza Zaragoza; es obra de Hugo Darío Ruiz y forma parte de la Ruta Escultórica de la Identidad en Hermosillo.
Una escultura más, diseñada con tres niños, es la que está dedicada a los maestros, en la plaza que está frente a la escuela primaria Benito Juárez en la colonia San Benito. Se trata de una obra del maestro Enrique Rodríguez Zazueta, inaugurada en el año 2000. Actualmente sólo tiene uno de los tres niños; no sería la primera vez que la vandalizan.
En la lista de esculturas dedicadas a la niñez, en Hermosillo, no puede faltar la de Ismael Mondragón, con la que se materializó la disculpa pública por parte del actual gobierno federal a la familia del pequeño, quien murió a causa de irregularidades médicas.
Esta escultura fue hecha por Marlon Balderrama y se encuentra en el exterior del Hospital Infantil del Estado de Sonora, HIES, por el lado de la calle Reforma.
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Otras esculturas que retratan personajes infantiles, en Hermosillo están en el Centro y en el Barrio Mágico de Villa de Seris, se trata del Danzante Yaqui y la Niña Seri, obras de Óscar Cedillo.
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