El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones desafiantes o que demandan mucho de nosotros. En el ámbito laboral, este surge cuando las exigencias del trabajo superan nuestra capacidad para afrontarlas.
Esto puede deberse a una carga de trabajo excesiva, plazos ajustados, falta de control sobre las tareas, relaciones conflictivas con compañeros o jefes, o un ambiente laboral hostil.
De acuerdo con un estudio realizado por la empresa de análisis Gallup en 2023, el 48% de los trabajadores en México vive con altos niveles de estrés laboral, siendo uno de los más altos en Latinoamérica.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés prolongado?
El estrés prolongado puede desencadenar una serie de problemas físicos, tales como dolores de cabeza crónicos, tensión muscular, fatiga persistente, problemas digestivos e incluso enfermedades cardíacas.
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De acuerdo con el cardiólogo Antonio Jordán Ríos, el estrés constante incrementa la probabilidad de sufrir eventos cardíacos, infartos al miocardio y derrames cerebrales.
A nivel emocional, la ansiedad, la irritabilidad, la depresión y la falta de concentración se convierten en huéspedes habituales, afectando las relaciones personales y la capacidad para disfrutar de la vida.
¿Cómo combatir el estrés laboral?
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Afortunadamente, existen diversas estrategias para retomar el control y mantener a raya a este enemigo invisible:
- Gestión del tiempo: Planificar las tareas, establecer prioridades y aprender a delegar responsabilidades son claves para evitar la sobrecarga de trabajo.
- Comunicación efectiva: Expresar nuestras necesidades e inquietudes de manera clara y asertiva con nuestros superiores y compañeros es fundamental para crear un ambiente laboral más armonioso.
- Límites claros: Saber decir "no" a las demandas excesivas y proteger nuestro tiempo libre es esencial para mantener un equilibrio entre la vida laboral y personal.
- Pausas regulares: Levantarse de la silla, caminar, estirarse y realizar ejercicios de respiración durante la jornada laboral pueden ayudar a reducir la tensión y mejorar la concentración.
- Técnicas de relajación: Incorporar prácticas como el yoga o la meditación a nuestra rutina diaria puede ser una herramienta poderosa para combatir el estrés y promover el bienestar mental.
- Apoyo social: Hablar con amigos, familiares o un terapeuta sobre las dificultades que enfrentamos en el trabajo puede ayudarnos a sobrellevar el estrés.
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