Con el crecimiento y progreso de las ciudades, edificios que en algún momento recibían a cientos de personas como hoteles, clubes sociales, cines o fábricas van siendo abandonados, y cuando no son demolidos o transformados en alguna tienda departamental, sus ruinas permanecen como recuerdo de lo que alguna vez fue.

Este es el espacio donde la exploración urbana ha ido tomando popularidad entre los más aventureros, que se lanzan a explorar estos espacios abandonados en búsqueda de dar una mirada al pasado, o incluso toparse con alguna que otra situación fuera de lo normal.

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En Hermosillo existen también quienes gustan de visitar lugares abandonados en búsqueda de alguna aventura, y la ciudad no sufre ninguna falta de ruinas para ofrecer. Tal es el caso del antiguo Club Britania, un centro deportivo que hoy está abandonado.

Este lugar tuvimos la oportunidad de conocerlo por dentro gracias al video del tiktoker local Luis Argüelles, que a través de su cuenta comparte su día a día viviendo en la Ciudad del Sol. Una de sus escapadas fue nada menos que al Club Britania, donde se encontró por momentos en una situación inquietante.

Mientras exploraba las ruinas vandalizadas de lo que alguna vez fue un centro de actividad para muchos hermosillenses, Luis escuchó un grito que pudo registrar con el micrófono de su celular. Extrañamente, el joven se encontraba completamente solo cuando se escuchó el ruido, sin saber de dónde provenía.

Mientras avanzaba por el lugar, relata, se sentía observado, hasta que eventualmente decidió irse. Aunque en su momento prometió una segunda parte del video, pero grabada de noche, no lo culpamos por preferir no regresar a dónde espantan.

Club Britania, un club deportivo abandonado

Antaño, por allá de los noventas, algunos hermosillenses que tuvieron la oportunidad de conocerlo recuerdan al Club Britania como uno de los complejos deportivos más distinguidos de la ciudad.

Aunque hoy en día es refugio del ocasional indigente que logra colarse o de uno que otro grafitero que burla la seguridad, en su tiempo llegó a ser un lugar frecuentado por las familias “de la alta”, que acudían a la alberca, las canchas de tenis y los salones de eventos.

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A principios de los años 2000 el lugar fue quedando abandonado, y el tiempo ha ido haciendo de las suyas sobre sus instalaciones. Luego de que se presentaran saqueos en el club Britania se ha contado con vigilancia.

Para poder entrar, Luis Argüelles pidió un permiso especial a la vigilancia del lugar, además de hacerlo, al igual que hacen todos los exploradores urbanos, bajo su propia responsabilidad.

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