Con mucho esfuerzo y humildad, Martín Vargas Márquez, se adentró hace 8 años al mundo de la talabartería, logrando establecerse con éxito en el mercado sonorense.
El joven de 34 años de edad contó que en aquel entonces no le alcanzaba para suplir las necesidades básicas de una familia, pues contaba con un empleo que no era bien remunerado.
Fue entonces que, sin conocimiento ni experiencia en la materia, decidió instalar un taller de talabartería con la ayuda de su padre Martín.
“Nosotros nos aventamos y al principio estuvo bien cañón porque nadie nos conocía. Hasta que al tiempo funcionó, pero los primeros años estuvo muy calmadón, normalmente las personas que trabajan la piel son personas mayores, aquí no fue el caso, aquí fue la inquietud de tener algo propio y trabajar sin patrón”, relató.
La talabartería es el arte de trabajar diversos artículos de cuero o guarniciones en su mayoría para caballerías, definición que Martín conoció desde el principio, pues su primer trabajo fue la restauración de una montura para caballo.
“No sabíamos ni desarmar la montura, entonces nos aventamos, dije: ‘sí podemos’, y así nomás, entonces lo que pasó es que el cliente hasta lloró, le gustó mucho porque era un recuerdo de su papá”, aseveró.
Con el paso de los años, “El Tala”, como lo apodan sus amigos, fue aprendiendo a hacer cintos, fundas de navaja, fundas para celulares, monturas para caballo, chaparreras vaqueras, carteras, bolsas de mano, en fin, una gran variedad de productos hechos con cuero 100% sonorense.
Ha enviado pedidos a varios municipios de la entidad, proveen a una empresa minera e incluso ha exportado trabajos suyos a los Estados Unidos.
Comentó que algo muy importante es que el ciudadano consuma productos de la región, predicando con el ejemplo ya que la vaqueta que trabaja la consigue en un negocio instalado en Hermosillo.
“Que la gente compre producto hecho aquí en Sonora, que no se vaya al otro lado a consumir, una funda mía que vale 500 pesos, allá se la venden en 50 dólares. El dinero que se trabajaba aquí que se lo gasten aquí mejor, que consuman producto mexicano, para que la economía dé vuelta donde mismo, así todos ganamos”, manifestó.
“El Tala” mencionó que su principal medio de difusión es la red social de Facebook, donde sube imágenes de su trabajo, de su vida privada y la relación con su gallo llamado “Alevántate”, quien se hizo viral por un video donde prácticamente no hace nada, sólo dormir.
“Yo creo que lo ocurrente, lo bromista, interactuar con la gente me ha servido, aquí llega un cliente y al tiempo se hace amigo”, externó.
Mejor que en sus anteriores empleos le está yendo a Martín Vargas, pero aseguró que aún no está donde realmente quiere estar, por lo que se esforzará diariamente para expandir su negocio, darle empleo a quien quiera trabajar y seguir manteniendo viva dicha profesión.