Desde hace 38 años, Guadalupe Figueroa elabora figuras de palo fierro

Desde que estaba en la secundaria, le agarró amor a la artesanía con palo fierro y ahora sus figuras han estado en manos de artistas como Ramón Ayala y en otras ciudades

Nancy Álvarez | El Sol de Hermosillo

  · lunes 23 de noviembre de 2020

Foto: Cortesía | Guadalupe Figueroa

José Guadalupe Figueroa Murrieta cursaba la secundaria cuando descubrió su gusto por fabricar piezas de palo fierro, una madera seca que se encuentra en la zona desértica de Sonora, la cual tiene un promedio de 300 a 500 años desde que nace hasta que muere y se trabaja con sierra eléctrica, discos de base y lijas para pulir.

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Al concluir con su horario escolar, José se dirigía a una carpintería para trabajar y ayudarse con sus gastos escolares y del hogar; después de algunos años decidió dedicarse de lleno al trabajo artesanal, por lo que actualmente lleva más de 38 años elaborando artesanía regional de Sonora.

“Aprendí de otras personas que ya tenían experiencia en el oficio, empecé a trabajar en el taller de artesanías con lo más básico dar brillo a la pieza o pulirla, aprendí a utilizar los 3 tipos de lija para que las figuras quedaran brillosas de distintas maneras”, explicó.

Foto: Cortesía | Guadalupe Figueroa

Cada día replicaba la misma función hasta que nació su interés por conocer más acerca de la fabricación de las figuras, tomó un trozo de madera, la limpió y dibujó sobre ella de acuerdo el tamaño de ésta y así comenzó su aventura en la producción de este material.

Sin tener un número exacto, el artesano asegura que ha vendido miles de piezas, no sólo en la ciudad de Hermosillo, sino también recibe pedidos especiales para la distribución de la artesanía desde Guaymas, Reynosa, Mazatlán, Ciudad de México y también en Estados Unidos.

“Uno trabaja por gusto y también te pagan por hacerlo, pero me gusta mucho, lo que me gusta es tener esa satisfacción de ver que le gustó mi trabajo al cliente, si un cliente se va feliz con una pieza entonces esa es la que más me va a gustar hacer”, mencionó a El Sol de Hermosillo.

Foto: Cortesía | Guadalupe Figueroa

Ha fabricado desde llaveros, moledores de chiltepín, dominó y hasta sillas, mesas, espejos y piezas más grandes de 4 metros. Cada día dedica 12 horas diarias a su trabajo, pues el amor y dedicación que siente por lo que hace, es más grande que su cansancio.

“Lo que más disfruto es trabajar la madera y que cada trozo te diga qué puedes hacer con él, me gusta y apasiona lo que hago porque es con gusto, fue algo muy bueno haber aprendido este oficio, agarras experiencia a través de los años, yo siempre estoy abierto a enseñar a otras personas decirle cómo se trabaja y cómo es la madera”, expresó.

Lleva alrededor de 20 piezas elaboradas con una extensión de 4 metros y entre los personajes se encuentran: El Quijote, El Danzante Yaqui; y figuras religiosas de Cristo y la Virgen de Guadalupe, las cuales tiene un costo de 30 a 50 mil pesos. Los precios de cada pieza puede variar de acuerdo el tiempo y tamaño, van desde los 10 hasta los 5 mil pesos.

Foto: Cortesía | Guadalupe Figueroa

“En el taller trabajamos mi hermano, mis dos hijos, unos vecinos y otros parientes, uno de mis hijos está interesado en continuar con el legado, está aprendiendo poco a poco como yo lo hice, gracias a todo el trabajo he recibido muy buenos comentarios de la gente de Hermosillo como también de otros países”, señaló.

El tiempo que le puede llevar elaborar una figura le puede tomar horas, días y hasta un mes. Cada año vende alrededor de 100 bastones, con personajes de animales como caballos y cimarrones. Su taller se ubica en la calle Carlos Balderrama y callejón Ejido Final en la colonia Pedregal de la Villa o mejor conocido como Tiro al Blanco, al sur de la ciudad de Hermosillo.

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“Los invito a todos a que sigamos trabajando en conjunto, hay que seguir echándole ganas, no nos podemos sentar a esperar algo, tenemos que levantarnos cada día y empezar a trabajar esperando a que esto pase, pero hay que seguir haciéndolo porque de ahí depende todo”, concluyó.