Joel Rifkin: asesinos seriales que impactaron al mundo

Cuando una serie de asesinatos comienzan a descubrirse, genera un pánico masivo en los habitantes de un lugar; este viernes te contamos la historia de Joel Rifkin

Francisco Hernández | El Sol de Hermosillo

  · viernes 13 de noviembre de 2020

Foto: Cortesía | @Missing51135347

La vida es compleja, sin importar la situación social o el lugar donde se viva, el día a día de las personas es duro y agotador, por lo que regularmente no ponemos atención más allá de lo que nos rodea, esperando llegar a casa lo más pronto posible.

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Esto se puede notar más aún en las grandes ciudades y es el momento perfecto para que un asesino en serie pueda moverse libremente.

Cuando una serie de asesinatos comienzan a descubrirse, genera un pánico masivo en los habitantes de un lugar, sin embargo, esta situación los mantiene alerta de cualquier situación sospechosa, pero cuando nadie sabe nada y el asesino logra pasar desapercibido, es cuando las cifras llegan a números extremadamente altos.

Joel “The Ripper”

Joel David Rifkin nació un 20 de enero de 1959 en Nueva York, Estados Unidos. Cuando apenas tenía tres semanas de vida, fue adoptado por una pareja de clase media que vivía en Long Island, donde fue amado y criado para ser alguien de bien.

Rifkin desde muy temprana edad demostró ser alguien inteligente con un CI de 128, pero que en clase parecía no destacar, probablemente por falta de interés.

Aunque no se metía en problemas, a menudo era molestado por otros chicos por ser torpe para comunicarse y esto lo hizo sumamente impopular con las chicas.

Sumado a que parecía no poner mucha atención a las clases, Rifkin rápidamente se fue volviendo un inadaptado, que sólo podía sentirse bien y a gusto dentro de su casa en compañía de sus padres y su hermana (quien también era adoptada).

Desde su soledad, comenzó a desarrollar su sexualidad de manera preocupante. Tan sólo con 12 años de edad, ya fantaseaba con atar y dominar mujeres.

Una cosa que lo diferenció de muchos otros asesinos en serie, fue que no sufrió de abusos o maltratos en su infancia o juventud, no mostró maltratos o crueldad hacia los animales, ni tuvo problemas con sus padres por vivir con ellos.

Foto: Cortesía | @BethuneTheory

Todo parecía estar bien en su vida, sin embargo, algo pasaba en la mente de Rifkin, que lo aislaba cada vez más del mundo, no lograba encontrar empleo y cuando lo conseguía, no era capaz de mantenerlo.

Soñaba con ser un escritor famoso, pasando horas leyendo y escribiendo en su cuarto, pero sus trabajos eran pésimos, pues no era capaz de pasar tiempo concentrado en lo que hacía.

Todos sus esfuerzos en cada uno de sus intentos por sobresalir, no daban frutos y esta vida lo frustraba de sobremanera.

Además, desarrollo un apetito sexual muy inestable, lo que lo llevó a contratar prostitutas desde los 18 años, llegando a hacerlo hasta tres veces por semana, nunca había tenido una relación amorosa y ellas no lo rechazaban, era sexo casual por dinero y eso lo mantenía cómodo, pero se transformó en una adicción en la que se le iba todo su dinero.

Foto: Cortesía | @frasesasesinos

Sin embargo, en el año de 1987, su padre, su mayor héroe y a quien más amaba, terminó por quitarse la vida tras luchar durante algunos años con un terrible cáncer de próstata, hundiendo a Rifkin en una profunda depresión, marcándolo para siempre.

Un tiempo después, sería arrestado por la Policía cuando le pagó dinero a una agente encubierta que fingía ejercer la prostitución.

El abismo en el que se encontraba se hacía cada vez más profundo, desarrollando una obsesión por los asesinos en serie, llegando a fantasear con matar.

Aunque los estudios de especialistas han descubierto que los asesinos en serie desarrollan estas fantasías desde muy temprana edad, mientras luchan con sus deseos hasta que se animan a hacerlo, actuando antes de los 30 años de edad, Rifkin encontró el asesinar mujeres un punto en el cual concentrar toda su atención, pues no sentía que su existencia tuviera otra importancia.

Joel Rifkin, entre los años de 1989 a 1993, mató a un total de 17 mujeres, todas prostitutas, lo cual lo convirtió en el asesino serial más prolífico de Nueva York y absolutamente nadie se enteró.

Muertes sin búsqueda

La vida de Joel llegó a un punto donde nada parecía tener importancia, lejos habían quedado aquellos años donde soñaba con ser alguien exitoso, era poco agraciado, tenía un aspecto desaseado y en su casa el ambiente era lúgubre y pesado.

Su poca capacidad de comunicación lo mantenía alejado de las chicas, consiguiendo sólo los favores sexuales de las prostitutas, donde incluso algunas lo rechazaban por su apariencia.

Fue en 1989 cuando cometió su primer asesinato, cuando llevó a una prostituta al sótano de su casa para mantener relaciones sexuales con ella, sin embargo, la chica que era adicta al crack, pasó horas drogándose y se quedó dormida.

Al momento de despertar, Rifkin seguía ahí, esperando, pero ella había cambiado de parecer y ya no quería mantener relaciones, sólo irse a su casa. Esto provocó algo en Rifkin, quien tomó un objeto contundente para golpearla hasta que le hundió el cráneo y estrangularla. Tras esto, fue a dormir.

Foto: Cortesía | @Revista_MF

Al día siguiente, procedió a descuartizarla y lanzar los restos en bolsas plásticas por los canales de la ciudad. El cráneo de la chica, sólo fue encontrado y reconocido tras una reconstrucción después de 24 años.

Su segundo asesinato lo cometería en 1990, utilizando el mismo método, llevando a la mujer al sótano de su casa, pero esta vez ella no hizo nada para provocarlo, incluso habían logrado congeniar demasiado bien, aunque Rifkin parecía tener otros planes desde un inicio.

Cogió un garrote de manera, la golpeó varias veces en la cabeza, la descuartizó y arrojó los restos en los ríos aledaños de Manhattan.

A pesar de contar con dos reportes de mujeres desaparecidas, el tiempo transcurrido, así como las profesiones de ellas, no daban pistas a los policías que no tenían idea alguna de un asesino.

Esto se volvió algo recurrente, incluso después de empezar a encontrar cuerpos en 1991, cuando encontraron un cadáver en las orillas de un río con las señas particulares del modus operandi de Rifkin, esto preocupó un poco a Rifkin, quien se alejó de las calles que frecuentaba por un tiempo.

Durante el mismo, se dedicó no sólo a matar, sino a investigar sobre psicopatía, queriendo entender cómo y por qué se había convertido en un asesino en serie.

Los cuerpos que se siguieron encontrado en zonas apartadas de Nueva York, todos estaban descuartizados, todos eran de prostitutas y habían sido estranguladas, incluso algunos tenían los cráneos destrozados.

Con todo y estas pruebas, nunca se especuló que los crímenes estuvieron relacionados, pues para los agentes, ninguno contaba con patrones claros, ni pistas que conectaran todos los asesinatos. Así, la lista de mujeres asesinadas y desaparecidas, seguía engrosándose sin ser resueltas.

Foto: Cortesía | @secretapuerta

Esto continuó en 1992, cuando asesinó a cinco chicas más, cuatro tan sólo en el mes de mayo, pero Rifkin siempre cambiaba su modus operandi, realizándolos en su hogar o moteles cercanos y aunque algunos vecinos notaban olores extraños, siendo Rifkin jardinero paisajista, nada parecía extraño por el fertilizante.

Aunque no parecía alguien inteligente a primera vista, la manera en que se deshizo de los cadáveres fue variada, se tomaba su tiempo y logró confundir a la Policía de Nueva York, al FBI y todos los agentes durante sus años activo.

A pesar de esto, su perfil como asesino ha dejado perplejo a más de uno, pues nunca usó algún plan elaborado, sus métodos eran cambiantes e incluso torpes, algo que terminó por beneficiarle para que los agentes no consideraran sus crímenes de manera relacionada.

Poseía una gran inteligencia que no parecía usar y años más tarde se descubrió que contaba con una memoria fotográfica casi perfecta.

Captura por ¿casualidad?

Joel Rifkin había gozado de mucha suerte al momento de cometer sus crímenes y deshacerse de los cadáveres, pero ésta llegó a su fin el 28 de junio de 1993.

Dos oficiales de Policía patrullaban una de las calles más transitadas de Nueva York, cuando vieron pasar una camioneta sin placas, ellos fueron tras de él y le pidieron que se detuviera, sin embargo, éste aceleró, convirtiendo la escena en una persecución que involucró a cuatro patrullas más.

En un momento la camioneta se estrelló y los oficiales le pidieron al conductor que saliera con las manos en alto, Rifkin no opuso resistencia.

Foto: Cortesía | @DailyKillerFact

Cuando uno de los oficiales revisó el automóvil, un hedor repugnante le llamó la atención, apuntando hacia la parte trasera del vehículo, donde se encontraba el cadáver de una mujer en una bolsa de plástico.

El cuerpo correspondía a Tiffany Bresciani, una joven prostituta que había sido reportada como desaparecida por su novio (un músico de punk local) alrededor de cuatro días atrás. El chico se quitaría la vida después de conocer la noticia.

En la comisaría, Rifkin confesaría de manera fría, haber asesinado a 17 mujeres, algo que dejó consternados a los agentes, quienes no tenían reportes de un asesino serial en la zona.

Después de comenzar a dar los puntos donde se encontraban los restos, los nombres de las víctimas, nadie podía creerlo, todo concordaba y tenían frente a ellos al peor asesino en la historia de Nueva York.

Con el paso de los años, se convirtió en un estereotipo del asesino serial estadounidense, siendo un hombre fracasado, apartado de la sociedad, poco agraciado y que asesinaba a prostitutas de manera horrible, algo que le cayó bastante bien, pues ahora era alguien reconocido.

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Aquel sujeto de 34 años de edad, terminó siendo condenado culpable por 9 asesinatos en segundo grado, condenándolo a 203 años de prisión, los cuales actualmente pasa aislado del resto de población penal.