Como cada mañana, Blanca se preparaba para comenzar un día normal de trabajo. En punto de las 8:30 horas abría las puertas de La Farmacia del Pueblo, la cual funcionaba desde hace 42 años y se encontraba justo a un costado de su hogar. En el lugar pasaba la mayor parte de su tiempo, no solo laborando, sino también compartiendo momentos únicos con sus clientes.
Blanca Galindo estudió por un tiempo la carrera de enfermería, pero al contraer matrimonio con su esposo Ramón Moreno dejó sus estudios para dedicarse a su familia. En el año de 1978 llegó a residir al municipio de Moctezuma, Sonora, su esposo era de los pocos doctores que había en el pueblo, por lo que las llamadas de urgencia eran constantes a cualquier hora del día.
“Cuando supe que estaba embarazada dejé de estudiar y me dediqué al hogar para cuidar de mis hijos, también decidimos poner una farmacia para brindar un servicio completo porque mi esposo era el doctor del pueblo, siempre estuvimos dispuestos a la hora que fuera para despachar porque estábamos dispuestos a ayudar al pueblo”, manifestó Blanca.
A sus 46 años de edad enfermó de cáncer por lo suspendió su trabajo por algunos meses mientras terminaba con su tratamiento, por lo que su hija mayor se encargó de trabajar en la farmacia y cuidar de sus hermanitos más pequeños.
La lucha por mantener activa la farmacia era constante, cada vez llegaban al pueblo más establecimientos farmacéuticos nuevos que ocasionaban la baja en las ventas de La Farmacia del Pueblo, sin embargo, ésta siempre se caracterizaba por ofrecer productos naturales o reconocidos por los adultos mayores como el árnica, yodex y otros ungüentos tradicionales, por lo que aún conservaba a algunos de sus clientes.
“Estuve consciente de que vienen generaciones nuevas y llegaron otras farmacias y yo estaba muy aferrada y no quería cerrar, pero tuve que hacerlo porque ya casi nadie compraba, me encuentro satisfecha y contenta con todos los mensajes, las llamadas que he recibido de todos los que me acompañaron durante estos años”, expresó.
El pasado 19 de agosto, Carlos Moreno, hijo de blanca publicó en redes sociales un emotivo mensaje de despedida, pues su madre había tomado la decisión de cerrar la farmacia en donde pasó sus mejores momentos de la infancia, asimismo señaló que fueron años de mucho trabajo por parte de su madre y que había llegado el tiempo de ir a descansar.
La Farmacia del Pueblo era uno de los establecimientos más antiguos de Moctezuma pues ofrecía su servicio farmacéutico durante 42 años y era atendido por Blanca Galindo, quién asegura que pasó sus mejores años en el lugar.
“Cuando pasé mi enfermedad continué trabajando y haciendo mi vida normal, se me cayó el cabello, pero seguía atendiendo con mis gorras o pañoletas, así salía despachar, la gente siempre llegaba a comprar y agarraba la plática, son muchos recuerdos, yo fui muy feliz”, señaló.
Varios establecimientos se vieron afectos por la llegada del Covid-19, como es el caso de La Farmacia del Pueblo, que cerró sus puertas al tener una baja impresionante en sus ventas y no poder continuar producción del producto.
“Todo el año lo estuve pensando, ya no hacía pedidos, fui dejando abierto para que salieran las cosas, en realidad ya no vendía, todas las farmacias están en el centro y la mía estaba un poco retirada, cuando llegó la enfermedad fue peor y fue ahí donde decidí hacerlo, la verdad voy a extrañar la farmacia porque era algo que me hacía bien porque platicaba con los clientes y ahí pasaba mi tiempo”, mencionó.
Blanca y su familia se encuentran agradecidos con todas las personas del pueblo por el apoyo y las muestras de afectación que han recibido al enterarse del cierre del lugar, asimismo exponen su disposición de ayuda para todos los pobladores.
“Gracias a la farmacia nos dio para vivir y al pueblo que nos ayudó consumiendo nuestros productos que vendíamos, aunque ya haya cerrado estoy a sus órdenes en lo que pueda seguir ayudando, estoy agradecida con todo el apoyo, gracias a Dios siempre estuvieron con uno”, concluyó.