Tremenda ola de repercusiones ha tendido el empresario hotelero sinaloense, Ernesto Coppel, cuando se puso de lado de algunos huéspedes estadounidenses que se quejaron por el ruido que hacen las bandas que tocan en las playas de Mazatlán, cosa que para ellos resultaba molesto, por la intensidad a que suelen ejecutar sus instrumentos de viento.

Entonces la sociedad mexicana saltó a defender esa costumbre tan de esa zona de Sinaloa como es la música de banda, defendiéndola como una costumbre que miles de mexicanos siguen y escuchan constantemente, pero también por el hecho de que eran “gringos” quienes se quejaban de ella, a lo cual con un sentimiento patriótico alzaron la voz en contra de esos turistas y de quién los defendió.

El famoso creador digital Diego Ruzzarin, nos comparte el momento exacto de donde se desató toda esta controversia en un video que publicó en su cuenta de TikTok, para darnos idea del contexto en que todo nació y del por qué de las reacciones de algunos personajes como el empresario Ernesto Coppel, quien fue el que alzó la voz en primer lugar para querer regular la presencia de estos músicos en esos espacios playeros.

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“México está siendo invadido por gringos, y su kriptonita la música banda. México últimamente ha sufrido una invasión de gringos, en vista de que su país está en decadencia, su costo de vida está en un aumento descontrolado y México es un lugar increíble, fantástico, aparte con una gastronomía brutal, lugares hermosos, ciudades fantásticas, lo ha hecho un destino interesante para muchos estadounidenses de diferente edades”, relata el video.

El video original del problema

En esta parte del video de Ruzzarin, se aprecia cómo está un grupo de estadounidenses en la terraza de un hotel que está contiguo a la playa, en una sesión como de relajación, escuchando música clásica, que de repente es interrumpida por la música de banda que viene desde la playa y que se escucha con buena presencia, impidiendo que siguieran con su actividad como lo venían haciendo.

“Si tú vienes a México, si vas a Mazatlán, Sinaloa, vas a hacer tres cosas, vas a tomarte una cheve bien fría, vas a comer deliciosos mariscos y vas a escuchar música de banda, a eso vas a Mazatlán, ¿quieres escuchar música clásica? tal vez sería mejor que fueras a Frankfurt, a Austria, ve bien a Viena, que es la meca de mucha de esta cultura que esta gente está tratando de encontrar, sería un mejor destino”, puntualiza el tiktoker.

Es así como recomienda en su video no asistir a este tipo de lugares si es que les resulta muy molesto escuchar este tipo de manifestaciones musicales, que aparte, son muy tradicionales en este tipo de destinos turísticos y que tienen millones de seguidores, no solo en México, sino en otros países.

La globalización y el turismo

Aquí tiene mucho que ver el tipo de cosas que uno busca cuando realiza un viaje de vacaciones, ahí se debe de elegir un destino más acorde a las cosas que nos gustan hacer, de acuerdo a nuestra edad y a la cultura que me precede, cosa que aparentemente no hicieron estas personas que eligieron irse a relajar a un lugar donde la fiesta y la música altos volúmenes se encuentra a cada paso.

“La cultura, el turismo lo que ha buscado es la manera de acomodar a los turistas, el turista sale de su casa para toparse con las mismas cosas que hacen su casa, pero si no les gustan los sonidos de México, no les gustan los sabores, y ahora por la invasión que tenemos de estadounidenses en México, está la queja de que los tacos callejeros que son como un emblema del país, pues ahora la salsa ya no pica porque hay que atender a los turistas que no están acostumbrados y pues obviamente pueden pagar mejor”, comenta el experto.

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Además agrega que esto es solo parte del mercado regulándose solo, y les aconseja que mejor se regresen por donde vinieron, puesto que aquí hay que defender fuertemente nuestra cultura y todo aquello que nos da un tipo de identidad como sociedad y como país, si no les gusta a los ruidos en general, los ruidos altos, pueden escoger otros lugares a los cuales ir, pero prohibir a la gente que replique sus rituales culturales, simplemente para satisfacer los deseos de los turistas adinerados, definitivamente es un tipo de prostitución, que muchos permiten por los ingresos que ese tipo de turismo les deja.

“En qué sentido se regula el mercado mi querido y altamente desechable capital humano en el sentido de los intereses del capital, ¿quién puede pagar más? ¡ese define el sabor y el picante de la salsa! ¿quién puede pagar más? ¡es el que define el tamaño de las viviendas y los precios de renta! ¿qué tipo de música vamos a escuchar? ¡Pues depende lo que quiera escuchar el gringo retirado que trae sus dólares de retiro!”.

Ya es cosa de cada quien que lo permita a costa de unos dólares en la bolsa, ¿Usted qué opina?

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